* Su presencia fue notable, ya que desde su detención en 2020 en Estados Unidos por presuntos vínculos con el narcotráfico, había estado ausente de los eventos públicos.
Salvador Cienfuegos Zepeda, exsecretario de la Defensa Nacional, reapareció en un acto oficial durante la conmemoración del 112 aniversario de la Marcha de la Lealtad, encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum en el Castillo de Chapultepec. Su presencia llamó la atención, pues desde su detención en 2020 en Estados Unidos por presuntos vínculos con el narcotráfico, se había mantenido alejado de los reflectores.
Ubicado en la segunda fila del presidium, Cienfuegos compartió espacio con el también exsecretario de la Defensa, Enrique Cervantes Aguirre. Durante el evento, se mostró sobrio y distante, sin aplaudir el discurso del actual titular de la Sedena, Ricardo Trevilla, quien destacó que “la soberanía no es negociable”. Al concluir la ceremonia, el general descendió del templete sin interactuar con funcionarios del gabinete presidencial, aunque fue saludado por algunos generales retirados.
La última vez que Cienfuegos apareció en un acto público fue en junio pasado, durante un homenaje a Sergio Corona en el Senado. Antes de eso, en octubre de 2023, fue condecorado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador en Veracruz, en el marco del bicentenario del Heroico Colegio Militar. Su regreso a eventos oficiales sugiere una lenta reintegración a la esfera pública.
Cienfuegos fue detenido el 15 de octubre de 2020 en el aeropuerto de Los Ángeles, California, acusado por la DEA de lavado de dinero y conspiración para el tráfico de drogas. Su arresto generó un conflicto diplomático entre México y Estados Unidos, que llevó al gobierno de López Obrador a exigir su liberación. Finalmente, en noviembre de ese año, el Departamento de Justicia retiró los cargos y permitió su regreso al país.
Una vez en México, la Fiscalía General de la República (FGR) anunció en 2021 que no ejercería acción penal en su contra, argumentando falta de pruebas. La decisión fue respaldada por López Obrador, quien acusó a la DEA de fabricar las acusaciones. Desde entonces, el general se ha mantenido alejado de la vida pública.