Manuel Zepeda Ramos
Para Xóchitl, Pepe Yunes, Enrique de la Madrid…cuando empiece la campaña.
Nuestra llegada a la Universidad Veracruzana y a Xalapa fue de asombro cotidiano.
Roberto Bravo Garzón había dado dignidad a la orquesta sinfónica más antigua de México: la Orquesta Sinfónica de Xalapa, al incorporarla al patrimonio de la UV y a sus músicos, ahora ejecutantes, a la categoría de académicos; la consolidación de la Compañía Titular de Teatro que fundara Dagoberto Guillaumin; la creación del Ballet Folklórico bajo la titularidad del maestro Miguel Vélez Arceo y la fundación de la Orquesta Universitaria de Música Popular bajo la batuta de Mateo Oliva; la consolidación del Tlen Huicani bajo la dirección de Alberto de la Rosa, la Editorial y el Coro, todos con categoría de ejecutantes, entre otros grupos, como los del puerto de Veracruz representados por la Orquesta de música tradicional Moscovita. México empezó a darse cuenta que en la UV se estaba gestando una gran potencia artística, para bien de la cultura. Y así ha sido.
Pero el gran trabajo de Bravo Garzón al frente de la universidad más importante del sureste, no termina allí: fue haberla descentralizado en tiempo oportuno en las grandes zonas metropolitanas que al estado de Veracruz distingue: Xalapa; Veracruz; Córdoba-Orizaba-Ciudad Mendoza; Poza Rica-Tuxpan y Coatzacoalcos-Minatitlán. Con esta descentralización histórica, los veracruzanos aspirantes a una educación superior ya podían hacerlo sin abandonar su casa y la angustia económica que eso implica en la familia, arraigando para siempre al futuro profesional en su lugar de origen.
Ya siendo universitaria la Orquesta Sinfónica de Xalapa, le tocó cumplir 50 años de existencia en 1979. Se celebró en grande, con la presencia de directores importantes del Planeta, así como solistas destacados de muchas partes del Mundo. Su director titular era Luis Herrera de la Fuente y su Concertino, el célebre músico argentino Szymsia Bajour. Fue una celebración que todo México acompañó con su presencia, abarrotando el Teatro del Estado y los hoteles de la capital de Veracruz.
Sugerí la filmación de un medio metraje documental en 16 mm. y 50 minutos de duración, como homenaje al cincuentenario.
Se aprobó.
Para ello, invité a Rafael Castanedo, montajista importante del cine nacional -Emiliano Zapata, el Apando, Reed, México Insurgente-, entre otros grandes filmes del cine mexicano-, para que lo dirigiera; al fotógrafo Ángel Goded, multipremiado artista ganador de muchos premios en el cine mexicano, para captar las grandes imágenes del filme, que las tiene; a la sonidista holandesa Bernardine Ligthart, que triunfaba por todo lo alto en nuestro país logrando excelentes sonidos en sus filmes y al periodista y guionista veracruzano, Tomás Pérez Turrent, gran crítico de cine, para que escribiera el texto del medio metraje. Se llama Jubileo: 50 años de la Orqueta Sinfónica de Xalapa. Es un filme contado por tres sobrevivientes de la sinfónica original: Paco Montiel, Valderrábano y el “Jaletino”, chelista, cornista y trompetista, respectivamente. Nos ganamos el Ariel de ese año, 1979, al mejor documento de difusión cultural. Fue recibido con gran beneplácito por todos los veracruzanos. Fue exhibido en cada una de las regiones de la descentralización universitaria. La película tuvo un costo de setecientos mil pesos. Actualmente, todavía puede verse en You Tube.
La academia de la UV estuvo muy comprometida en esa época.
El artículo 115 constitucional tuvo otra modificación más para darle al Municipio Libre fortaleza y mayor responsabilidad. Por eso, los investigadores y docentes de la UV se convirtieron en eficientes asesores de los presidentes municipales en la elaboración de proyectos y lineamientos necesarios para su buen funcionamiento en donde el municipio empezara a dar los resultados esperados.
Pienso que ahora, con más de medio millar de investigadores SNI funcionando en la UV distribuidos en todo el estado y docentes al servicio de la UV, nuestra Casa de estudios debería de ser asesora fuerte en las tareas y proyectos que habrá de llevar a cabo José Yunes Zorrilla cuando asuma el poder y si este lo cree conveniente.
La organización civil, por cierto, que recientemente otorgara premios en nuestra casa de estudios a inventores veracruzanos universitarios, debería ya estar lanzando una nueva convocatoria en las entidades federativas, urgente, en donde la sequía habrá de hacer estragos por la negligencia de no planear a tiempo para prevenir la posible falta de agua que podría poner en riesgo la vida de los mexicanos, convocando digo, a todas las universidades insertas geográficamente en el conflicto para que sus universitarios inventores proyecten la imaginación necesaria y suficiente para captar agua de lluvia, potabilizarla y para reutilizar las aguas jabonosas en los retretes. Es muy necesario ver propuestas inteligentes. Urge.
El próximo rector de la Universidad Veracruzana deberá de ver con gran atención el trabajo intenso de los grupos artísticos profesionales de nuestra Casa para generar economías propias al servicio de la Universidad veracruzana y su comunidad. Los pronósticos financieros del país al respecto, no son nada halagüeños. Parecería que habrán problemas serios por el desorden de los gastos federales.
Pero este otro análisis, amables lectores, se los habré de contar en el próximo entrego de la serie.
¡Salgamos todos a votar el primer domingo de junio, que ya saben por quien hacerlo!