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CIBERPOLÍTICA EN VENEZUELA:

Tecnología, inteligencia e información; las nuevas armas de la política


Politóloga Astrid Iturriaga

Un supuesto ataque terrorista, una plataforma de acceso libre a las actas oficiales de las casi 30 mil mesas electorales del país para demostrar el fraude, una aplicación del gobierno donde Maduro anunciara una cacería de brujas contra los manifestantes y la reciente aparición de Anonymous Venezuela hackeando las principales bases de dato del régimen, son las protagonistas de esta arena política, donde la tecnología es el escenario para la batalla electoral que hoy libra el país en favor de la Democracia.

A partir del proceso electoral para elegir a su presidente de la República en 2024, Venezuela se convierte en un referente político, donde la tecnología, la información y la inteligencia sumado a la organización y logística en conjunto con la ciudadanía activa, han alterado cualquier rumbo esperado del país y sigue sorprendiendo a la comunidad internacional.


La oposición
Ejemplos son la organización y logística, así como operatividad técnica de la plataforma web www.resultadosconvzla.com donde María Corina Machado y el gran equipo que lidera el movimiento social de la oposición lograron demostrar el fraude del régimen de Maduro en tiempo récord, compilando, digitalizando y difundiendo con acceso total y detallado el 81,85% de las actas firmadas y debidamente identificadas con su código QR, firma digital y código hash, inalterables y demostrables que corresponden a la fecha, hora, mesa, centro y lugar del proceso electoral de este 28 de julio y que dan como resultado irreversible a Edmundo González con el 73% de la preferencia electoral.

Con esta acción, se puso en jaque la narrativa del régimen que una noche antes, anunciaba una fraudulenta victoria sostenida únicamente por la palabra de Elvis Amoroso, Rector del Consejo Nacional Electoral (CNE), quien en la emisión del tan esperado primer boletín a la media noche del domingo, se limitó a leer una hoja de resultados que nunca mostró y que imprimió fuera de la sala de totalización oficial del CNE, donde debió imprimirse en presencia de los testigos de mesa, quienes tienen en su función, responsabilidad y derecho por ley atestiguar que el procedimiento de totalización se lleve a cabo de forma correcta y contrastar la información emitida con las actas que éstos tendrían en mano como resultado de la jornada.

Para el retraso en la emisión del primer boletín, la respuesta de Amoroso fue “recibimos un ataque terrorista”, ataque que horas después fue adjudicado a María Corina Machado y Leopoldo López, ambos perseguidos e inhabilitados políticos de oposición, narrativa que se enturbió cuando responsabilizaron a Macedonia del Norte y hasta Elon Musk terminó aludido.

Sin embargo, a pesar de todas estas irregularidades, ausencia de datos, actas y comprobación del supuesto resultado, horas más tarde el citado rector del CNE estaría proclamando a Maduro como ganador de la contienda. Y todavía, hoy 01 de agosto, cuatro días después de la elección no ha presentado las actas que por ley debieron ser publicadas en el sistema automatizado y en la página de resultados electorales las primeras 48 horas de la elección para dar legalidad y legitimidad al nombramiento del verdadero ganador como Presidente de la República.


El régimen de Maduro
Tras la publicación de los nuevos resultados que daban por ganador a Edmundo González, respaldados por las actas oficiales en la plataforma web de la oposición, venezolanos dentro y fuera del país esperaban la aparición pública de María Corina Machado, quien logró conjuntar frente a la sede de la ONU en Caracas el día lunes 29 a cientos de miles de personas emocionadas y ansiosas por escuchar cuáles serían los siguientes pasos tras esta victoria.

Y así fue, por sólo unos minutos, ya que en pleno discurso transmitido también vía internet, censuraron la red desde donde los medios de comunicación nacionales e internacionales transmitían para los estados de la República y los casi 8 millones de venezolanos esparcidos en el mundo que en ese momento sintonizábamos el histórico momento.

Con los ojos sobre la pantalla oscurecida tras el corte abrupto de la comunicación, el silencio y la ansiedad crecían en la búsqueda de algún portal que pudiera mostrar en vivo lo que estaba ocurriendo en Caracas. El mutismo y la incertidumbre activaron los resortes del miedo vencidos por el tiempo y la distancia de quienes lejos de Venezuela, estábamos también siendo parte de su historia. Tras otros largos minutos, María Corina y el Bravo Pueblo aparecieron de nuevo en pantalla sin un rasguño, pero en otra locación, donde pudo terminar su discurso, venciendo de nuevo en la batalla tecnológica.

Sin embargo, éste no sería el verdadero ataque del Régimen. En respuesta a la plataforma de resultados que publicó la oposición, Maduro también quiso entrar en la arena de la tecnología, esta vez para la persecución ilegal de los manifestantes que el día lunes 29 salieron masivamente a las calles del país a protestar de forma pacífica y fueron reprimidos por las fuerzas del orden del régimen, dando como resultado de acuerdo a las cifras de Foro Penal (Observatorio internacional de Derechos Humanos) 11 asesinados y un centenar de heridos, que fueron calificados por el Fiscal de la República Tarek William Saab, como represión teatralizada,“Caen en el piso, le echan salsa de tomate a la persona en el suelo, algo jamás visto del teatro ufo necrofílico”, afirmó.

Para ejecutar su cacería de brujas, Maduro anunció la creación de una “sección especial” en la aplicación móvil Venapp del gobierno, “Para que toda la población venezolana de forma confidencial me pongan los datos de todos los que han atacado al pueblo, y vayamos por ellos y se haga justicia” gritó desde el balcón en un acto público; refiriéndose a la población que masivamente el día lunes 29 se manifestó en las calles espontánea y pacífica para gritar ¡Libertad!.

Un acto que claramente es violatorio de Derechos Humanos (DDHH) como la protesta, la protección de datos y la garantía ciudadana de no ser perseguido por su propio Estado por motivos políticos, mismo que de acuerdo al artículo 7 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, es considerado un crimen de lesa humanidad (inciso h), sumados a la encarcelación violatoria de DDHH (inciso e), la tortura (inciso f) y la desaparición forzada (inciso i); prácticas comunes del régimen de Maduro contra sus detractores.

La ciudadanía organizada
Sin embargo, gracias nuevamente a la gran organización ciudadana de más de 7 millones de venezolanos que valientemente se oponen a la dictadura, lograron dar de baja la aplicación, tras denunciarla masivamente; un uso de la tecnología que esta vez no se ejecutó desde el equipo de oposición o el régimen, sino desde la población organizada, así como lo hicieron el día de la jornada electoral durmiendo desde la noche antes de la elección afuera de los centros de votación, grabando y registrando todos los acontecimientos a su alcance y siendo testigos y difusores vía transmisiones o videos en redes del anuncio oficial de resultados de cada mesa en cada uno de sus centros, un derecho protegido por la LOPE (Ley Orgánica del Poder Electoral).

Así los ciudadanos no sólo ejercieron su poder electoral sino también, el poder de comunicar, siendo éste uno de los mecanismos de verificación y auditoría coincidente con las actas subidas en la plataforma de la oposición y con la voluntad del Bravo Pueblo de nuestro Himno Nacional.

Aún así, el régimen acostumbrado al uso indebido de la información personal de la población para su beneficio, sin ningún tipo de protección de datos, no le bastó con la aplicación móvil y activó desde el lunes 29 a sus cuerpos de inteligencia, entrenados por el G2 cubano y la inteligencia rusa: el SEBIN (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) y la DGCIM (Dirección General de Contrainteligencia Militar); que desde la mañana siguiente a la elección, persiguieron y capturaron a líderes de oposición y testigos de mesa, quedando grabados en el acto cuando los sacaban de sus domicilios perfectamente ubicados gracias a la gran base de datos que en la historia del régimen,desde el Chavismo, se ha usado como mecanismo de control social y político para perseguir opositores o premiar la lealtad al “comandante”.

Fueron éstos, los mismos cuerpos de inteligencia que el día 29 y 31 de julio intentaron entrar a la residencia de la Embajada de Argentina, donde estaban asilados 6 miembros del equipo cercano de María Corina Machado, perseguidos políticos del régimen: Magalli Meda (Jefa del comando de campaña), Humberto Villalobos (Coordinador electoral de Vente Venezuela), Claudia Macero (Coordinadora de Comunicación de la campaña), Omar González (Miembro de la de la Dirección Nacional de Vente Venezuela), Fernando Martínez Mottola (Asesor político) y Pedro Urruchurtu (Coordinador de Relaciones Internacionales de la campaña). Éste último, colega politólogo, con quien compartí aulas y nos graduamos juntos en la Escuela de Estudios Políticos y Administrativos (EEPA) de la Universidad Central de Venezuela (UCV), gracias a quien me pude enterar por una transmisión en vivo de su cuenta de instagram sobre el atentado que en esos momentos pretendían perpetrar los oficiales encapuchados y equipados con armas largas, aún visibles por la cámara del celular asomado en la ventana, sin poder esconderse, a pesar de sus distintivos uniformes de negro terror.

Mientras todo ésto pasaba María Corina y Edmundo daban su rueda de prensa en la sede del comando de campaña donde les habían cortado la energía eléctrica y aún así se dirigían al país para anunciar el porcentaje total de actas ya recopiladas por la oposición, que para ese momento ascendía a casi el 80%. Edmundo tomó la palabra y fue cuando María Corina salió del podio para acercarse a una mujer que le extendía un papel blanco y doblado, en el extremo de la tarima. Su rostro se desencajó al abrirlo.

Se acercó a Edmundo quien seguía dando su mensaje y le habló al oído, entonces ella tomó el micrófono: “Me acaban de informar que están intentando entrar a la residencia de la Embajada Argentina donde están nuestros 6 compañeros asilados; les pido por favor a los medios que terminando aquí vayan para allá y a todo el pueblo que me está viendo, a nuestros comanditos motorizados y a los vecinos, que salgan, que graben, necesitamos su apoyo”.

Con María Corina en la pantalla de la computadora y Pedro en la del teléfono, en tiempo real, presenciaba ambas escenas, como miles de venezolanos que en esos días sólo tuvimos ojos y oídos para nuestro país. En cuestión de minutos comenzaron a llegar los motorizados del comando Vente Venezuela y salieron a la calle los vecinos; los oscuros uniformados se replegaron y juntos, el grupo de los seis, motorizados, ciudadanos y espectadores entonamos las letras de nuestro Himno Nacional “Gloria al Bravo Pueblo que al yugo lanzó”

Anonymous
Para este momento, el mundo ya estaba informado de lo que sucedía en el país y no tardaron en reaccionar, no sólo los gobiernos (de lo que hablaremos en la siguiente columna), sino también y sobre todo los ciudadanos, que vieron en Venezuela un pueblo unido, valiente y decidido.

Fue así como en esta arena de la tecnología se sumó un cuarto actor, la conocida red de “white hackers” Anonymous, un grupo de individuos y colectivos organizados mundialmente, cuyo mecanismo consiste principalmente en operar ataques cibernéticos contra gobiernos, corporaciones, instituciones y agencias gubernamentales con el fin de inhabilitar una medida o acción específica y/o divulgar información de forma pública en el internet a disposición de todos los usuarios.

Así llegamos a la tarde del día 01 de agosto cuando en una transmisión en vivo, Nicolás Maduro anunciaba la reparación de dos cárceles venezolanas “Morón y Tocuyito” cuyo destino sería recibir a los manifestantes detractores de su gobierno. Mientras el anuncio se transmitía, Anonymous Venezuela difundió a través de sus cuentas su ataque.

Derribaron las páginas centrales del gobierno de Maduro y aseguraron tener toda la información de esas instituciones. Anunciaron a través de la cuenta @ haber revelado la base de datos del DGCIM, el cuerpo de contrainteligencia del Estado, donde aparecerían datos personales de quienes pertenecen a esa dependencia, que es la responsable de llevar los casos que el régimen acusa de “Terrorismo”, con los cuales se persigue a líderes políticos y ciudadanos que se manifiestan contra el gobierno.

Entre las páginas de dependendicas hackeadas este 01 de agosto se encuentran: La Asamblea Nacional-congreso (https://www.asambleanacional.gob.ve/), el Tribunal Supremo de Justicia . (https://www.tsj.gob.ve/), La Presidencia de la República (https://presidencia.gob.ve/ ), la página Patria que sirve como “Sistema de Protección del Carnet de la Patria” para cobro de bonos del gobierno (https://www.patria.org.ve/), el Ejército de Venezuela (http://www.ejercito.mil.ve/) y la Dirección Gral de Inteligencia Militar (http://www.dgim.mil.ve/).

De ésta última se publicó la base de datos completa de sus funcionarios a través del canal Telegram y “X”, con datos personales como nombre completo, cédula de identidad, fecha de nacimiento, estado civil, edad, dirección de vivienda, dirección de trabajo, cargo, sueldo, teléfono celular, correo, rango, nivel de instrucción, categoría, tipo (militar o civil), discapacidad y riesgo; ésta última categoría que no especifica a qué se refiere pero está señalada con las respuestas “Sí” o “No”.

Este golpe, muy al estilo de la guerra de 4ta generación, pone en evidencia cuán importantes son ahora las herramientas tecnológicas y el manejo de la Big Data, mecanismos de operación política en la actualidad para ejercer el poder con políticos, sin políticos o más allá de ellos.

Redes Sociales:

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@SoyAstridIturriaga

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