* Chiapas, Guerrero y Oaxaca enfrentan una crisis de salud por altos niveles de pobreza e informalidad laboral, según revela reciente estudio del Coneval.
Daniela Alfaro
Chiapas, Guerrero y Oaxaca, se enfrentan a desafíos colosales en el acceso a la salud, según reveló un informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Estos estados, ubicados al sureste de México, se han visto rezagados tanto por la iniciativa privada como por la pública en materia de intervenciones de salud.
La pobreza, la informalidad laboral y la desigualdad se concentran en estas entidades, haciendo que acceder a servicios de salud sea significativamente más complicado que en el resto del país. Datos del Coneval indican que Chiapas y Oaxaca tienen a siete de cada 10 habitantes con carencia por acceso a la salud, mientras que en Guerrero la cifra es de cinco de cada 10.
La informalidad laboral emerge como un gran obstáculo, afectando entre el 75 por ciento y el 80 por ciento de la población en estos estados. En Chiapas, afecta al 90 por ciento de los trabajadores en la región, lo que se traduce en que 9 de cada 10 ciudadanos carecen de acceso directo a instituciones de salud.
Las brechas regionales persisten, reflejándose en altas tasas de mortalidad infantil, con entre 20 y 23 niños menores de un año falleciendo por cada mil nacidos. La disponibilidad y calidad de los servicios médicos también son cuestionables, con tasas bajas de médicos generales, médicos especialistas, psicólogos y camas censables por cada mil habitantes.
El informe señala que Chiapas está entre las entidades con menos programas públicos enfocados en salud, con apenas uno identificado. Estas carencias revelan la urgencia de políticas públicas adaptadas a las necesidades específicas de Chiapas para cerrar las brechas de acceso a la salud.