* Con 41 mil 84 pesos trimestrales, la entidad volvió a ubicarse en el último lugar nacional en ingresos por hogar en 2024. Desde 2016, no ha salido del fondo de la lista.
Redacción / Alfaro Noticias
En 2024, Chiapas se posicionó nuevamente como la entidad con el ingreso corriente promedio trimestral más bajo del país, con apenas 41 mil 84 pesos por hogar, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Esta cifra contrasta fuertemente con el promedio nacional de 77 mil 864 pesos, lo que refleja una brecha de casi el 90 por ciento entre el ingreso de un hogar chiapaneco y el de uno promedio en el país.
La posición de Chiapas no es nueva. De acuerdo con los registros de ENIGH, desde 2016 el estado ha ocupado de forma ininterrumpida el último lugar nacional en ingreso corriente promedio trimestral por hogar. Así ocurrió también en las ediciones de 2018, 2020 y 2022.
Frente a otras entidades del sur del país, Chiapas también muestra un rezago considerable. Por ejemplo, Oaxaca reportó un ingreso promedio de 52 mil 25 pesos y Veracruz de 53 mil 30 pesos, lo que sitúa a Chiapas al menos 11 mil pesos por debajo de estos estados.
La precariedad también se refleja en el gasto de los hogares. En 2024, Chiapas reportó el gasto corriente monetario más bajo del país, con 27 mil 118 pesos trimestrales, frente a un promedio nacional de 47 mil 674 pesos. Casi 20 mil de diferencia.
Además, Chiapas es el estado donde los hogares destinan el mayor porcentaje de su gasto a alimentos, bebidas y tabaco: 46.5 por ciento del total. Esta cifra es superior a la de otras entidades y revela que la mayoría de los ingresos se destinan a la subsistencia inmediata, sin posibilidad de ahorrar o invertir en otros bienes y servicios como salud, educación o transporte.
Por último, la entidad también se ubica entre las primeras con mayor proporción de viviendas sin servicios básicos como agua entubada, drenaje o electricidad. Además, 39.8 por ciento de los hogares cocinan con leña o carbón sin chimenea, lo que indica altos niveles de pobreza energética.