* Hay una dependencia mínima de recursos fiscales, con una contribución por debajo del 2 por ciento.
Daniela Alfaro
El panorama fiscal de México revela que los impuestos tienen un menor peso en los ingresos totales nacionales, según un estudio del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) correspondiente al año 2022. De los 2.68 billones de pesos registrados como ingresos totales en el país, apenas el 8.2 por ciento provino de la recaudación de impuestos, equivalente a 218 mil 683 millones de pesos, destacando el Impuesto sobre Nómina como el más relevante en términos generales.
Comparado con otras entidades, Chiapas se encuentra entre los estados con una dependencia mínima de recursos fiscales, con una contribución por debajo del 2 por ciento. Junto con Guerrero y Oaxaca, Chiapas enfrenta el desafío de fortalecer la recaudación interna y reducir la dependencia de los fondos federales para garantizar el desarrollo económico y social de la región.
Este panorama contrasta con estados como la Ciudad de México, que registra los ingresos más altos del país, con el 27.1 por ciento de sus ingresos totales provenientes de impuestos, lo que representa una menor dependencia de los recursos federales. El estudio también destaca a Quintana Roo, Chihuahua, Baja California, Querétaro, Nuevo León y Baja California Sur como entidades con una mayor capacidad para generar ingresos internamente, con porcentajes más altos de impuestos en relación con sus ingresos totales.
La entidad también enfrenta desafíos en la recaudación del impuesto predial, según revela un informe del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco). Aunque el estado se sitúa en niveles de recaudación similares a Tabasco, Oaxaca, Veracruz y Tlaxcala, con un promedio menor de entre 150 y 170 pesos por habitante, se encuentra entre las entidades con una de las contribuciones más bajas.
El informe indica que, a diferencia de otras regiones como la Ciudad de México y Quintana Roo, Chiapas presenta aspectos por mejorar en la eficiencia de la captación de recursos municipales. La baja recaudación afecta las finanzas públicas de los municipios, limitando su capacidad para financiar programas y servicios locales.
