* El SSN colocó al sur del país entre las zonas con mayor actividad sísmica durante el 2024.
Redacción / Alfaro Noticias
En 2024, México experimentó un incremento en la actividad sísmica con un total de 33 mil 396 sismos registrados a lo largo del año, según datos proporcionados por el Servicio Sismológico Nacional (SSN). Este aumento respecto al año anterior, cuando se registraron 24 mil 186 sismos, fue significativo y evidenció la constante actividad sísmica que afecta al país. El sismo más fuerte del año tuvo lugar en Chiapas, con una magnitud de 6.2, y su epicentro fue en el suroeste de Ciudad Hidalgo.
Chiapas, conocido por su ubicación en una zona sísmica activa, fue uno de los estados más afectados, registrando un 10.2 por ciento de los temblores ocurridos en el país. La región del Golfo de California concentró el mayor porcentaje de sismos con un 35.4 por ciento, seguida de Oaxaca con el 21.8 por ciento y Guerrero con un 14.8 por ciento.
En cuanto a la Ciudad de México, aunque el número de sismos fue notable, con un total de 129 movimientos registrados, la mayoría de ellos se produjeron en la zona poniente de la ciudad. Estos temblores, aunque de menor magnitud en su mayoría, alertaron a los habitantes de la capital, que siguen siendo testigos de una alta actividad sísmica a pesar de las medidas de preparación.
El SSN también informó que el aumento en los sismos en 2024, con 9 mil 210 temblores más que en 2023, fue un fenómeno que afectó varias regiones del país. Los expertos recalcaron la importancia de mantener la preparación ante sismos, ya que la geografía de México lo hace propenso a estos eventos naturales.
El sismo de mayor magnitud registrado en 2024, con 6.2 grados en la escala de Richter, ocurrió en la región sureste de México, un estado que ha experimentado varios movimientos sísmicos importantes en los últimos años.
A pesar de la constante actividad sísmica en Chiapas y otras regiones, las autoridades locales han mantenido los esfuerzos para mejorar la infraestructura y la preparación en caso de terremotos. La coordinación entre Protección Civil y los sistemas de alerta sísmica ha sido crucial para mitigar los efectos de estos fenómenos, que continúan siendo una amenaza latente.
