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Chiapas, el futuro bastión agroforestal de Obrador / En la Mira

Chiapas, el futuro bastión agroforestal de Obrador / En la Mira
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Héctor Estrada

La visita de Andrés Manuel López Obrador a Chiapas este fin de semana significó el inicio formal, aunque no oficial, de su principal proyecto sexenal para la entidad chiapaneca y el sureste mexicano. Se trata del ambicioso programa para la siembra de un millón de hectáreas frutales y maderables en todo el país donde Chiapas y la empresa Agromod jugarán un papel estratégico.

La serie de dudas y especulaciones en torno a este proyecto, anunciado varios meses atrás como parte de sus propuestas de campaña, han comenzado a disiparse. Se trata de la principal apuesta del tabasqueño en materia agrícola y ambiental; un proyecto que va más allá de la regeneración ecológica y el rescate del campo, pues también está estrechamente vinculado con los nacientes pactos bilaterales sobre el combate a la migración.

Son tres los proyectos principales que Andrés Manuel ha puesto sobre la mesa para Chiapas. El primero tiene que ver con la potencialización turística de la entidad donde el proyecto “Tren Maya” será punta de lanza. El plan busca atraer el turismo que ingresa a México mediante la Riviera Maya, teniendo como punto de enlace al municipio de Palenque, para luego extender su conexión hacia San Cristóbal de la Casas, Tuxtla Gutiérrez y el resto de la entidad.

El “Tren Maya” tiene varios meses de gestación en las oficinas del proyectista Rogelio Jiménez Pons, que fue anunciado ya por Obrador como futuro director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur). Tendrá un costo aproximado de 64 mil millones de pesos, en los que participará la iniciativa privada, y formará parte de un proyecto a mayor escala para crear una ruta turística transpeninsular.
El segundo planteamiento sexenal está relacionado con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el traslado de sus oficinas centrales hacia Tuxtla Gutiérrez. El proyecto encargado al controversial Manuel Barlett tiene prevista la conclusión de al menos una planta hidroeléctrica en Chiapas y más centros generadores de energía eólica en la región. Aunque aún no se precisan fechas ni métodos, el plan también sugiere el posible replanteamiento de tarifas.

Sin embargo, actualmente el principal proyecto tiene que ver justamente con el plan agroforestal. Obrador ha decidido que éste sea uno de los primeros en iniciar su andamiaje, incluso antes de su toma de protesta. Por eso su estancia en Chiapas y, específicamente, su visita a la empresa Agromod en Tapachula durante esta fin de semana.

Se trata de la siembra de un millón de hectáreas con arboles maderables y frutales en diversos puntos del país. El objetivo es detonar la reforestación de arboles maderables en áreas forestales devastadas por la agricultura y reactivar las zonas agrícolas con frutos generados a través de semillas o plantas genéticamente mejoradas.

El ambicioso programa, bajo responsabilidad del agrónomo Hugo Chávez, plantea la incorporación de tierras sociales (principalmente ejidales) y sus habitantes a una estrategia de “reconversión productiva”, donde el Estado provea las semillas o plantas mejoradas para la siembra masiva, a fin de iniciar una nueva cadena agroindustrial en la región. Será pues la apuesta sexenal de la nueva administración federal por encima de los programas asistencialistas en estas zonas del país.

Pero el asunto va más allá. Según expertos del tema bilateral, el plan agroforestal está estrechamente ligado a los pactos, aún no oficiales, entre el gobierno de Trump y Obrador para disminuir la migración desde sureste mexicano hacia los Estados Unidos. La reactivación económica de las tierras ejidales mediante la producción forestal o agrícola ha sido planteada como la alternativa de solución y la idea ha hecho eco positivo en Trump, por eso no es descartable la presencia de capital estadunidense en el proyecto.

Sin embargo, la existencia de un posible conflicto de intereses ha despertado preocupación y dudas sobre el tema. Ahí es donde la presencia de la empresa Agromod jugará un papel protagónico. Se trata de la compañía mexicana líder en agrobiotecnología, especializada en la producción y micropropagación de cultivos de tejido  (plátano, banano, papaya, café, agave, ornamentales, bambú y otras).

Agromod, que tiene sus dos principales plantas en el Soconusco, apunta a convertirse en pieza clave (como proveedor) del programa de plantación masiva de árboles maderables y plantas frutales en México. Desde ahí se habrán de producir el mayor porcentaje de plantas y semillas para el ambicioso proyecto sexenal que prevé la creación de 400 mil empleos directos. No obstante, también podría convertirse en un fuerte dolor de cabeza.

El posible conflicto de intereses tiene que ver directamente con Alfonso Romo, propietario de la empresa y uno de los principales asesores de Obrador. Romo ha sido propuesto ya por el propio Andrés Manuel como el próximo jefe de la Ofician de la Presidencia de la República y eso ha desatado inevitables suspicacias sobre la participación de la compañía en un programa federal que iniciará como prioridad desde el 1 de diciembre.

Por eso la visita de López Orador directamente a las instalaciones de Agromod en Chiapas ha captado la atención de manera inmediata. Adelanta el inicio de uno de sus principales proyectos de gobierno y también la incorporación de una empresa estratégica que bien podría dar mucho de que hablar durante los siguientes años… así las cosas.

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