Héctor Estrada
Antes de concluir el próximo viernes Manuel Velasco Coello deberá estar presentando su renuncia al cargo de gobernador constitucional de Chiapas para poder tomar protesta el 1 de septiembre como Senador plurinominal. Tiene los días contados, pero también un nuevo haz bajo la manga, obsequiado por el Congreso del Estado, para poder regresar a terminar el sexenio como su propio interino.
Y es que el pasado viernes el legislativo estatal, de manera ofensiva, realizó la reforma correspondiente al Artículo 52 de la constitución chiapaneca para modificar el párrafo que impedía a un ex gobernador volver a ocupar el cargo. La adecuación “hecha a la medida” para las circunstancias políticas que enfrentará Velasco fue realizada específicamente a la fracción sexta de dicho artículo, abriendo la posibilidad de que un ex gobernador pueda ser nombrado interino dentro del mismo periodo para el que fue electo.
Es decir, Manuel Velasco estaría posibilitado para renunciar este viernes, tomar protesta como Senador el sábado, para luego pedir licencia en el Senado a fin de regresar como interino y entregar el gobierno del Chiapas al gobernador electo el próximo mes de diciembre. El escenario suena descabellado, carente de toda ética y hasta insultante para el pueblo de Chiapas, pero una absoluta posibilidad que debe tomarse en serio.
Sí, la reforma hecha pública este mismo domingo se constituye como el capricho más desproporcionado y aberrante para un mandatario chiapaneco del que se tenga memoria. Para las pretensiones de Velasco Coello no ha habido límites y todo apunta a que así concluirá su sexenio, con la curul en el Senado y el sexenio completo. Con todo y el rechazo ciudadano de frente.
Y es que, los abucheos y rechiflas como los suscitados este viernes contra el aún gobernador chiapaneco en el Foro de Consulta Estatal Participativa no son gratuitos. Manuel Velasco Coello se ha convertido en el gobernador chiapaneco más repudiado por sus gobernados en la historia reciente de la entidad. Ha superado por mucho el rechazo social a otros mandatarios chiapanecos como su propio antecesor Juan Sabines Guerrero, que parecía insuperable en el cúmulo irregularidades sexenales.
Por eso a partir de este martes se tiene programado el inicio de un gran movimiento ciudadano contra la impunidad de Velasco Coello. Un grupo de destacadas organizaciones civiles, defensores de derechos humanos, representantes de sectores sociales y ciudadanos comprometidos lanzarán una cruzada estatal para la recolección de firmas mediante un documento dirigido al presidente electo Andrés Manuel López Obrador.
El proyecto solicita de manera precisa una investigación profunda a cada una de las áreas del actual gobierno estatal y la habilitación de una mesa especial dentro de la Secretaría de Gobernación para recibir y documentar las violaciones a los Derechos Humanos cometidas durante el “gobierno verde” en Chiapas. El movimiento tiene como objetivo convocar a todos los chiapanecos y chiapanecas para sumar su exigencia en una sola voz que exija cero impunidad para el gobierno que se va.
Si bien los rumores sobre complicidades entre Velasco Coello y López Obrador suenan con fuerza, esto no puede ser pretexto válido para que los chiapanecos guarden silencio. El sentir ciudadano debe materializarse en acciones concretas que hablen de un Chiapas dispuesto a organizarse y gritar fuerte, sin temor o descanso hasta ser escuchado por quienes prometen un México de justicia y esperanza… así las cosas.
