- El consumo de 821.25 litros por habitante al año y la intensiva extracción de agua para la producción de refrescos plantean preocupaciones globales sobre la salud y el acceso al agua en la región.
El estado de Chiapas ha emergido como la región de la república mexicana con el mayor consumo de Coca-Cola, según reveló un informe del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt).
Esta revelación surge ante la sorpresa de muchos, ya que Chiapas supera significativamente el consumo promedio per cápita de la bebida, alcanzando la impresionante cifra de 821.25 litros de refresco por habitante al año, mientras que el promedio nacional es de 160 litros, según un estudio del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur (Cimsur).
Este fenómeno está vinculado a varios factores, incluida la alta prevalencia de diabetes mellitus en la región, que ha sido la principal causa de muerte en la última década. Además, se señala la laxa legislación hacia las empresas refresqueras, campañas de mercadotecnia en lenguas locales y la escasa accesibilidad al agua potable de calidad y en cantidad suficiente para los habitantes, como factores que han contribuido al incremento del consumo de bebidas azucaradas en la región sureste de México.
Aunque el estado de Chiapas provee el 3 por ciento del agua para los mexicanos, aproximadamente 700 mil personas, casi el 13 por ciento de su población, carece de acceso a este recurso vital. Paralelamente, una planta de Coca-Cola extrae diariamente 1.3 millones de litros de agua en la región para la producción de refrescos.
En San Cristóbal de Las Casas, diversas organizaciones ambientales han denunciado la extracción excesiva de agua por parte de empresas como Coca-Cola-Femsa, mientras las autoridades han mostrado poco interés en abordar el problema. A pesar de las constantes denuncias y demandas, la empresa continúa extrayendo más de un millón de litros de agua diariamente, según Nicolás Gómez Velasco, activista ambiental en la región, privando a los habitantes de este recurso vital.
Jaime Page Pliego, doctor en Antropología por el Cimsur, ha conducido una investigación reveladora que resalta cómo este aumento en el consumo de Coca-Cola también ha sido influenciado por una modificación en la vida social y religiosa de los habitantes de Chiapas.
La alta ingesta de bebidas azucaradas, como la Coca-Cola, ha suscitado preocupaciones sobre la salud pública, ya que el consumo continuo de estas gaseosas puede tener efectos adversos en la salud de las personas. En este sentido, se han implementado medidas como el etiquetado de productos con su contenido de azúcar, en un esfuerzo por informar a los consumidores sobre los riesgos asociados con el consumo excesivo de estas bebidas.
A medida que Chiapas lidera el consumo mundial de Coca-Cola, surge la necesidad de abordar esta problemática desde una perspectiva de salud pública, promoviendo hábitos de consumo más saludables y proporcionando acceso equitativo a agua potable de calidad para toda la población.