Rodulfo Reyes
Cada vez son más quienes sostienen que el factor Andrés Manuel López Obrador será determinante en la definición del candidato a la presidencia municipal de Centro rumbo a las elecciones intermedias de 2027. De confirmarse, no se trataría de un simple ajuste táctico, sino de la ruptura de una regla no escrita del poder local: en la elección de mitad de sexenio es el gobernador en turno quien mueve las piezas y decide quién despacha en la Plaza de la Revolución.
Durante décadas, esa ha sido la liturgia del poder en Tabasco. De Roberto Madrazo Pintado a Adán Augusto López Hernández, el titular del Ejecutivo estatal ha sido quien nombra, de facto, al alcalde capitalino en los últimos tres años de su mandato.
Los ejemplos sobran. En 2021 fue Adán Augusto López Hernández quien impulsó a Yolanda Osuna Huerta; en 2024 volvió a ocurrir, aunque esta vez el nombramiento fue producto de una negociación entre corrientes internas. En 2015, el perredista Arturo Núñez Jiménez le cerró el paso a la finada Rosalinda López Hernández y entregó la plaza a Gerardo Gaudiano Rovirosa.
Un sexenio antes, el priísta Andrés Granier Melo convirtió en alcalde capitalino, en 2009, a Jesús Alí de la Torre, sacrificando en el camino a su amigo y colega, el químico José del Carmen Escayola. Antes, Manuel Andrade Díaz se había decantado en 2003 por Florizel Medina Pereznieto. Y en los años de Roberto Madrazo Pintado, el poder estatal colocó en la escena a Georgina Trujillo Zentella.
La pregunta es inevitable: ¿por qué ahora podría ser distinto?
De acuerdo con analistas del tablero político, las intermedias de 2027 no se parecerán a ninguna otra. La razón es simple y, al mismo tiempo, demoledora: el verdadero dueño del movimiento lopezobradorista sigue siendo López Obrador, aun fuera del cargo.
Y en el feudo llamado Morena, la línea no se improvisa: se baja. La opera Andrés Manuel López Beltrán, desde la estratégica Secretaría de Organización, donde se decide quién camina y quién se queda mirando la procesión desde la banqueta.
Esa línea —afirman fuentes que conocen el engranaje interno— incluye a Daniel Casasús Ruz, secretario de Ordenamiento Territorial y Obras Públicas, quien desde el proceso anterior ha venido caminando, sin prisa pero sin pausa, la ruta hacia la silla de la Plaza de la Revolución.
“Andy ya lo dijo donde tenía que decirlo”, aseguran: Casasús competirá por la presidencia municipal de Centro.
El dilema no es menor ni decorativo. La pregunta de fondo es si el gobernador Javier May Rodríguez aceptará que desde Palacio Nacional —aunque ya sin inquilino formal— se decida quién gobierna la capital del estado o si hará valer la vieja ley no escrita del poder tabasqueño: en Centro, el gobernador no acompaña, impone.
Porque si May cede, Centro dejará de ser territorio del Ejecutivo estatal para convertirse en una franquicia del lopezobradorismo puro. Y si no cede, la contienda de 2027 no será electoral, sino política: un pulso silencioso entre el poder formal del presente y la sombra poderosa del pasado.