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Castillos en el aire / Código Nucú

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César Trujillo

 

Alfonso Estrada Pérez, presidente municipal de Ocozocoautla, no comprende que la deslealtad tiene costos muy altos. No le queda claro que el puesto que ocupa es de apenas tres años y en casi 11 meses es ya sindicado por varios delitos.

Son muchos los rumores que señalan que anda desesperado buscando cobijo en Morena. Alguien debe decirle que no hay espacio ya para ser moreno: al menos de partido político.

A estas alturas debería preocuparle que ocupa la presidencia municipal gracias al PRD y desde ahí mantiene a toda su parentela incrustada en la nómina. Porque, seguramente, con ese comportamiento arribista, el sol azteca lo va a descobijar y no tendrá cabida en los comicios venideros por esa vía.

Por eso el movimiento que busca Alfonso Estrada es predecible, y causa risa y ternura. Sobre todo porque muestra que desconoce cómo funciona el sistema de partidos y cómo se mueven los hilos en las altas esferas del poder.

Cree, pues, que por poder mover unos pesos desde el ayuntamiento ya es una celebridad. Su mareo, el del ladrillo, es comprensible. Lo he dicho en repetidas ocasiones: “a los tontos el poder los enloquece”, (mi abuelo les decía más feo).

En su comportamiento, lo que se palpa es que ya piensa en el 2021 sin entender la forma en que va cuadrar todo el relajo y el desvío de recursos que trae, para que cuando se vaya no lo alcance el brazo de la ley, ya que ni padrinos políticos tiene.

No hay quién meta las manos al fuego por él. Si no ha visto esa posibilidad, debería pensar en que él es una pieza sacrificable y un rostro al que el naranja de El Amate le queda bastante bien.

Debe entender que los tiempos cambiaron y el comportamiento del presidente municipal no apunta a que vaya salir bien librado de este desorden que trae: dejando que sus familiares se sirvan con cucharas de gran medida.

Ahora, de forma ridícula, cree que puede hacer “los amarres necesarios” para que su esposa Estrella Hernández Díaz sea palomeada para sucederlo en el cargo. Es decir, piensa que quien ahora despacha desde el DIF municipal, que usurpa funciones al presentarse como presidenta, va a ser electa sin problema alguno.

Según él será el Partido Chiapas Unido quien le dé cobijo a la señora Estrella y desde donde piensan conformar su estructura para que se cambien la estafeta de mano, y la familia Estrada Hernández, entonces, pueda seguir degustando las mieles del tan superfluo poder municipal.

Su carta, o al menos la que creen más fuerte ahora, es la apuesta a la paridad y al empoderamiento de la mujer: algo justo y necesario en estos tiempos, pero de ese modo. Sin embargo, dudo mucho que Conrado Cifuentes Astudillo, presidente de ese instituto político, le dé cabida a aquellos que sólo han mostrado que usan a los partidos para llegar al poder y luego traicionan los principios e ideologías.

Lo cierto es que la intentona del presidente municipal es más que normal. Lo aspiran cada trienio muchos. Sin embargo, lo que seguramente sus asesores no saben, ojo, es que el Gobierno de Chiapas ya tiene en el horno una reforma para evitar que este tipo de prácticas deleznables sigan existiendo y se termine la supremacía del cacicazgo que en muchos municipios se ha dado.

Alguien debería explicarles con piñas, en este caso, que la política es el espacio donde “se adoptan las decisiones que tienen proyección social. Donde se define cómo se distribuyen los bienes de una sociedad, es decir: qué le toca a cada quien, cómo y cuándo”, y deje le digo que desde que llegaron al ayuntamiento de Coita, el pueblo sufre con cada decisión tomada.

No creo que Alfonso Estrada y su “equipo de trabajo” entiendan que el municipio es la célula básica de la organización política y administrativa del Estado. Lo digo por la forma es que operan. Tampoco que entienda que ahora las facturas se pagan de inmediato y que la Auditoría Superior del Estado dejará caer la mano a muchos y aquí encajan él a la perfección.

Soñar y construir castillos en el aire se vale, pero no cuando se tiene en las manos las riendas de un municipio. Ocupado, y preocupado, por tratar de aprender a cómo ejercer la personalidad jurídica debería estar el presidente municipal y no creyendo que los puestos son eternos o que pueda seguir viviendo cómodamente de ellos.

Mejor que lea, o que le lean en este caso, el soliloquio más famoso del drama que ocurre al final del primer acto de la obra La vida es sueño, cuando Segismundo piensa en la vida y en su suerte y sentencia: “sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando disponiendo y gobernando; y este aplauso, que recibe prestado, en el viento escribe … que el mayor bien es pequeño: que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.” ¡Tan, tan!

 

#MANJAR.- Al evento del Cobach de hace dos días llegó el líder del Suicobach, Víctor Pinot Juárez. Quienes lo conocemos, sabemos cómo opera y de qué es capaz. Así que se ubicó para poder saludar al gobernador Rutilio Escandón. No hace falta ser adivino para saber que lo tiene molesto por la desestabilización que trae y su desatada hambre de poder de no querer entregar la estafeta del sindicato. Pero sobre todo, porque ya sabe que anda confabulando para boicotear a la directora del Cobach y ayudar a otro a que tome el poder. Es decir, por un lado profesa la camaradería y por otro la traición. El chiste es que lo saludaron por cortesía y todo mundo se dio cuenta que Pinot está cosechando lo que sembró.  #HayQueLoVea // “Aunque el final del mundo sea mañana, hoy plantaré manzanos en mi huerto”. Martín Lutero. #LaFrase // La recomendación de hoy es el libro Poesía reunida de Roberto Bolaño y el disco de Low Budget de The Kinks. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

 

* Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.

 

Contacto directo al 961-167-8136

 

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