* La investigación destacó que les ofrecen sueldos elevados a cambio de su trabajo en laboratorios clandestinos.
Los cárteles mexicanos han intensificado su estrategia para producir fentanilo más potente y adictivo, reclutando a estudiantes de química de universidades mexicanas. Según una investigación del New York Times, estos grupos delictivos se enfocan en jóvenes con conocimientos especializados en química para mejorar la pureza de la droga y garantizar una producción más eficiente. Esta tendencia, que se intensificó durante la pandemia de Covid-19, responde a la necesidad de reducir la dependencia de precursores químicos importados de China y asegurar el control total sobre la fabricación del opioide.
Los reclutadores de grupos criminales suelen acercarse a los estudiantes en los campus universitarios, inicialmente observando su desempeño académico y su entorno social. Una vez identificados como candidatos prometedores, los jóvenes son contactados con ofertas tentadoras de dinero, que superan ampliamente los salarios de trabajos legales en el campo de la química. Por ejemplo, se les puede ofrecer hasta 800 dólares mensuales, una cifra considerablemente más alta que el salario promedio en México.
El proceso de reclutamiento, sin embargo, no es libre de riesgos. Los estudiantes seleccionados deben trabajar en laboratorios clandestinos, donde supervisan la producción y refuerzan la potencia de la droga. A pesar de los peligros involucrados, como la exposición a sustancias tóxicas y las constantes amenazas de violencia, muchos jóvenes aceptan las ofertas debido a las dificultades económicas o problemas personales, como la necesidad de financiar tratamientos médicos familiares.
Una joven de 19 años, por ejemplo, aceptó trabajar para el cártel después de que le ofrecieran mil dólares como bono de ingreso, sumando un salario mensual de 800 dólares. Ella explicó que su madre, una trabajadora de limpieza, tenía que sostener a sus cinco hijos con jornadas de 12 horas al día, y la propuesta económica representaba una salida viable para mejorar la situación familiar. El dinero y la estabilidad financiera parecen ser factores decisivos para muchos estudiantes que se ven atrapados por las ofertas de los cárteles.
El objetivo de los cárteles es el de maximizar la producción de fentanilo sin depender de fuentes externas. Para ello, algunos de los estudiantes reclutados trabajan en la creación de precursores químicos, esenciales para la fabricación de fentanilo. Si los grupos delictivos logran sintetizar estos compuestos en lugar de depender de las importaciones, el impacto en el mercado ilegal de opioides sería devastador, ya que esto les permitiría controlar aún más la cadena de suministro.
Los esfuerzos de los cárteles para incorporar a estudiantes en la producción de fentanilo han alarmado a las autoridades internacionales, que consideran que esta estrategia puede marcar el inicio de una nueva fase en la crisis del fentanilo.