* El delito de trata representa un grave riesgo para los migrantes, quienes, al no poder cubrir el costo del “derecho de paso” impuesto por los cárteles, se ven expuestos a la extorsión y la violencia sexual
Daniela Alfaro
Los cárteles de la droga han establecido un control estricto sobre el paso de migrantes en la frontera sur de México. Al cruzar el río Suchiate desde Guatemala, muchos migrantes son retenidos en lugares conocidos como “el gallinero” o “la gallera” según narran, donde son mantenidos en condiciones precarias hasta que logran pagar un “derecho de paso” de al menos 100 dólares.
Los grupos criminales que dominan esta región no solo retienen a los migrantes por su dinero, sino que también se involucran en actividades de secuestro y trata de personas. El delito de trata se ha convertido en uno de los mayores peligros que enfrentan los migrantes, quienes, al no poder pagar el costo del “derecho de paso”, a menudo son víctimas de extorsión y violencia sexual. A pesar de que el gobierno de Joe Biden ha atribuido la reciente disminución del flujo migratorio hacia la frontera estadounidense a la creación de vías legales y la colaboración del gobierno mexicano, en realidad son los cárteles quienes regulan el movimiento de personas a través de la frontera sur.
Según datos del Instituto Nacional de Migración (INM), de enero a agosto de 2024 se interceptaron más de 150 mil migrantes en el sur de México, aunque estas cifras representan solo una parte de los que realmente llegan. La violencia y la extorsión se han vuelto comunes, convirtiendo la travesía en una experiencia traumática para muchos migrantes que huyen de la violencia en sus países de origen.
En respuesta a esta crisis, el gobierno estatal ha comenzado a trabajar en la “Ley de Movilidad Humana”, que tiene como objetivo abordar las necesidades de la población migrante. Sin embargo, la implementación efectiva de esta legislación enfrenta desafíos significativos, especialmente en un contexto donde la violencia perpetrada por los cárteles continúa en aumento.
Recientemente, se anunciaron dos caravanas de migrantes que partirán simultáneamente desde Tuxtla Gutiérrez y Tapachula hacia la Ciudad de México el 5 de noviembre. Luis Rey García Villagrán, coordinador del Centro de Dignificación Humana, destacó que este movimiento busca dignificar los derechos humanos y hacer frente a la creciente inseguridad que enfrentan los migrantes en Chiapas. Con información de Proceso.