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Cartas a Eduardo

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Puerto Arista

Estimado Gobernador:

Con el retorno de la tranquilidad y la seguridad en nuestras carreteras, los chiapanecos hemos vuelto a visitar lugares que siempre fueron muy concurridos, pero que, por diversas razones, dejaron de serlo. Entre ellos destaca Puerto Arista. Aunque contamos con más de 300 kilómetros de litoral, que se extienden desde Paredón hasta la desembocadura del río Suchiate, con fantásticos esteros y aves migratorias, el lugar más visitado por la mayoría de los chiapanecos sigue siendo Puerto Arista. Miles de personas lo visitan cada fin de semana y, por supuesto, en temporada alta, que incluye las vacaciones decembrinas, los puentes vacacionales y el verano.

Puerto Arista se ha consolidado como nuestro principal destino local de playa, de manera similar a lo que es Playa Linda para los tapachultecos. Sin embargo, su desarrollo ha sido anárquico, con muchas precariedades y establecimientos que no ofrecen una mayor variedad entre sí, sin contar con una oferta de calidad que vaya más allá de lo que ya conocemos.

Es evidente que no cuenta con los estándares necesarios para recibir al turismo nacional o extranjero. Es una aldea grande. Poco o nada han hecho los gobiernos en turno, porque fuimos gobernados por forasteros que no le tenían el más mínimo aprecio. Yo sé que tú le tienes un especial afecto y que, junto con tu familia, has disfrutado en muchas ocasiones de tus visitas al puerto. Ojalá ese cariño impulse una mejora sustantiva, con una visión de largo plazo.

Al igual que muchos chiapanecos, yo pasé mi infancia viajando con mis padres a la playa. Recuerdo que bajar por el cerro de La Sepultura era una hazaña que siempre terminaba con mareos e incluso náuseas. En aquellos tiempos, había un viejo hotel, el “Turquesa”, y unos pocos restaurantes. Nos hospedábamos en camas o hamacas, con suerte un ventilador, pero, sin duda, era toda una aventura memorable. Con el tiempo, Puerto Arista fue creciendo, aunque de manera desordenada. Hoy en día, el lugar ha cambiado, aunque no demasiado. Hay más hoteles, algunos bonitos, y más restaurantes. Hacia Playa del Sol se amplió un tramo de pavimentación sin camellón, sin mayores pretensiones.

Escuché con atención tu reciente anuncio sobre una mejora en la imagen urbana. Me alegra saberlo, pero esperemos que no se quede solo en eso. Es necesario contar con una visión más amplia e integral que involucre a diversas dependencias del gobierno y no solo a Turismo. Por ejemplo, el suministro de energía eléctrica presenta siempre numerosas fallas (hay cientos de diablitos), ya que no existe una subestación eléctrica de la CFE, y creo que ya es hora de que se tenga una. Los apagones son constantes. Chiapas merece un mejor trato por parte de la CFE.

No hay un sistema de drenaje, y no existe ningún tipo de tratamiento para las aguas negras, que se depositan en fosas sépticas, contaminando el subsuelo y generando filtraciones. En Paredón, este tipo de contaminación afecta gravemente la pesca y ha causado un incremento de los malos olores, lo cual es un reclamo popular.

La iluminación de calles y la avenida principal es limitada. El pequeño bulevar carece de mantenimiento, y sería un lujo pedir que tuviera bonitos jardines y plantas ornamentales. Solo algunos establecimientos se encargan de mantenerlo limpio y en buenas condiciones. Sería necesario implementar un sistema similar al de FONATUR, que se encargue permanentemente de mantener las áreas comunes en condiciones óptimas: iluminación, banquetas, mobiliario y fachadas. De poco servirá un programa de mejora de imagen urbana si no se da mantenimiento adecuado, ya que, al poco tiempo, todo volvería a su estado anterior.

Sigue sin haber un cajero automático desde que se lo robaron. La pequeña clínica que atiende a los pobladores es muy básica y no cuenta con equipo adecuado para emergencias, como desfibriladores para tratar oportunamente ahogamientos. También hay un caos con los vehículos de playa, especialmente con las cuatrimotos, que operan sin ningún reglamento. Se alquilan a cualquier persona, incluidos niños pequeños, quienes pueden provocar accidentes debido a su falta de pericia y las altas velocidades. Eso requiere urgente regulación y vigilancia.

Tampoco se cuentan con equipos adecuados de protección civil para rescates, alertas de mareas peligrosas (como las conocidas banderas) o torres de vigilancia. Además, es necesario aumentar el patrullaje para garantizar la seguridad de los visitantes. Se requiere capacitación para que los prestadores de servicios ofrezcan más calidad, incluyendo los alimentos. Así es como funciona, pero hay mucho por mejorar.

El problema de la basura en las playas, especialmente cuando llegan multitudes, es bochornoso. Todo se esparce y termina en el mar: botellas de plástico, bolsas y todo tipo de desechos debido a nuestra falta de buenos hábitos y depósitos adecuados. Hace tiempo propuse la adquisición de un equipo de limpieza de playas que ya está funcionando en algunas playas de México. Sería magnífico cambiar esa imagen triste del cochinero que siempre dejan y sancionar a quienes no pongan la basura en su lugar.

La imagen urbana tiene siempre un impacto positivo. Sin embargo, creo que, siendo el principal destino de playa, se debe hacer mucho más. Existen posibilidades de planificar adecuadamente lo que podría ser el nuevo Puerto Arista, en la parte derecha, pasando el Zapote y hasta el hotel Andreas, una extensión de varios kilómetros. Se podría planificar un desarrollo urbano medio y residencial, con vialidades y avenidas trazadas, así como zonas recreativas y hasta centros comerciales. La plusvalía de las propiedades y terrenos en Puerto Arista ha crecido enormemente, pero eso no corresponde a la realidad.

Tienes a dos activos muy valiosos a cargo de la Secretaría de Turismo: la joven Maru Culebro y nuestro amigo en común Segundo Guillén, con quien he abordado desde hace tiempo estos temas. Provienen del sector turístico, y eso facilita la comprensión de las necesidades de un destino turístico. Faltan seis años de gobierno; hay tiempo para hacer muchas cosas. En la Playa de Progreso, cerca de Mérida, Yucatán, construyeron un malecón entre los restaurantes y la playa, que hoy es visitado por miles de personas. Alternativas como esa pueden tener un gran impacto y marcar una diferencia. Hay mucho por hacer, pero se tiene que pensar en grande.

Saludos afectuosos,

Juan Carlos Cal y Mayor

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