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CARTA A MARIANA, CON NOTICIA SENSACIONAL / ARENILLA

CARTA A MARIANA, CON NOTICIA SENSACIONAL / ARENILLA
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Querida Mariana: rápido, hacé favor, andá a avisar que Arenilla Revista está en la Acrópolis. Corré, andá a avisar a la tía Lucha, para que ella dé la noticia con la familia y ésta se encargue de bulbuluquear la noticia más relevante de todos los tiempos. No es poca cosa, querida mía, por primera vez en la historia de los impresos comitecos, una revista “pisa” Grecia. No quiero ser abusivo, ni restarle mérito a los astronautas gringos que pisaron la luna, pero el momento en que nuestra revista estuvo bajo aquellos cielos fue “un pequeño paso para una mujer, pero un gran salto para la cultura de Comitán”.
Andá, corré, metele julepe a la noticia, que todo mundo se entere que nuestra querida Aurorita Avendaño Román llevó nuestra revista en su maleta y al llegar a Grecia la llevó debajo del brazo, ¡qué cariñosa, qué gentil!, y cuando anduvo al lado de la Acrópolis, abrió la revista y pidió a una compañera de viaje que le tomara la foto y, de inmediato, nos la envió al celular del Consejo de Redacción de la revista y la recibimos con gran júbilo.
Ah, cómo disfrutamos ese momento, de inmediato, Paty, editora ejecutiva, la mostró a Roberto y Cielito se acercó y vieron la belleza de fotografía, donde Aurorita tiene en sus manos Arenilla.
Cualquiera podría pensar que nosotros le pedimos este prodigio a Aurorita. Hacé favor, por vidita tuya, llevá Arenilla y te tomás una foto y la mandás. Ya veremos cómo le hacemos para patrocinarte el próximo viaje a Japón, para que desde el monte Fuji nos mandés una foto al lado de un cerezo. Pero ¡no!
Sabíamos del viaje que Aurorita realizaría, pero nunca imaginamos esta generosidad de su parte, porque si lo pensás bien, esto fue planeado quirúrgicamente por ella. Nos quiso dar la sorpresa y vaya que lo logró. Nos emocionamos casi hasta las lágrimas, qué le vamos a hacer, nos emocionan los actos sublimes.
Una vez vi una pareja en París, parece que eran de Colombia. Él y ella tomaban un café en un café al aire libre y escuchaban a un artista que tocaba el acordeón, una niña se acercó y extendió un sombrero, como lo hacen los artistas callejeros para que depositen unas monedas, la chica buscó en su bolso y depositó unas monedas, la niña tomó las monedas y le dio un sobre. La chica (sin duda hablaba francés) le dijo que no, que las monedas eran para ella y para el artista, pero la niña insistió y le pidió que abriera el sobre, la chica colombiana así lo hizo y al abrir el sobre halló un mensaje (en el video se aprecia bien) que decía: “¡Te amo! ¿Te quieres casar conmigo?”. La niña, como una actriz consumada, toma de la mano al chico y lo lleva hasta la silla de la chica, él se hinca y le entrega un anillo. Pucha, me emocioné. Son detalles geniales. La chica se llevó las manos a la boca, se la cubrió, también emocionada, comenzó a llorar, mientras el artista se acercó más para tocarles exclusivamente a la pareja. La chica aceptó y todos los que estaban alrededor aplaudieron. Todo mundo era gente desconocida para la pareja, pero en ese momento una cinta los unió. El mundo está tan lleno de actos sucios que festejamos galán este triunfo de la vida armoniosa.
Sé que celebrarás con nosotros el acto generoso que Aurorita realizó. A mí me emociona mucho imaginar el momento en que lo planeó, cuando metió la revista a su maletía, cuando pasó por las diversas aduanas de los aeropuertos, hasta llegar a Atenas, luego llevarla debajo del brazo y cuando estuvo en la Acrópolis la desplegó para que el momento histórico quedara plasmado en una fotografía que nosotros agradecemos muchísimo. La emoción es como un gajo de luz que entra a la recámara.
Aurorita nos dio una grata sorpresa. Hasta Grecia llegó el número donde cinco hermosísimos chefs comitecos aparecen en portada: Roberto Ruiz Kánter (de Comitán lindo y qué rico); Malicha Torres Valle (de Cafetico); Roberto Bolaños Muñoz (de Cafetería Gely’s); Doña Consuelo Cantoral (de Restaurante Doña Chelo); y Gerardo Alfonzo Villaverde (de El Rey del Cochito). Ah, sin duda que cuando Aurorita abrió la revista, el aire danzó Zorba el griego y un aroma comiteco bailó en ese cielo azulísimo.
Posdata: Aurorita es generosa. Paty, editora ejecutiva, se emocionó hasta las lágrimas cuando la viajera le envió testimonios de su presencia en el Museo de la Inocencia, que creó el gran escritor Orhan Pamuk, en Estambul. Pucha, Aurorita fue como corresponsal de nuestra emoción, como si hubiese sido enviada especial del noticiario de la vida, del día a día. Casi casi la oímos decir: hasta aquí mi reporte, Joaquín.
¡Tzatz Comitán!

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