* Productores advierten que los cambios legislativos ponen en riesgo la operación del campo y preparan acciones legales
La nueva Ley General de Aguas avanzó en el Congreso en menos de dos días, luego de que la Cámara de Diputados y el Senado aprobaron la iniciativa impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum. La discusión se realizó bajo un trámite acelerado y en paralelo a las manifestaciones de organizaciones campesinas que se movilizaron fuera del recinto legislativo.
Durante la sesión en San Lázaro, legisladores de Morena y sus aliados defendieron el proyecto argumentando que permitirá ordenar el uso del agua y combatir prácticas irregulares en el otorgamiento de concesiones. La aprobación ocurrió tras más de 24 horas de discusión continuas y con modificaciones de última hora que, según el oficialismo, responden a inquietudes del sector agrícola.
Sin embargo, productores y organizaciones agrupadas en distintos frentes mantuvieron su rechazo. Señalaron que la nueva regulación limita la transmisión de concesiones entre particulares y podría afectar la operación de pequeñas y medianas unidades productivas, al impedir que los permisos puedan heredarse o conservarse sin trámites adicionales. Advirtieron además que la reforma incrementa la inseguridad jurídica en zonas agrícolas.
En el Senado, el debate continuó con señalamientos entre legisladores. El panista Ricardo Anaya cuestionó al bloque mayoritario y sostuvo que la oposición campesina evidencia que la reforma no atiende las necesidades del sector. Desde la tribuna, el morenista Adán Augusto López respondió que la mayoría legislativa tiene legitimidad electoral y reiteró que los cambios buscan evitar abusos en el manejo del agua.
Mientras se realizaban las votaciones, distintos puntos carreteros y accesos a la capital registraron bloqueos intermitentes. Las organizaciones anunciaron que, de confirmarse la entrada en vigor de la ley sin modificaciones adicionales, promoverán recursos legales y mantendrán las movilizaciones en las próximas semanas.
Con la aprobación en ambas cámaras, el proyecto continuará hacia su proceso final de publicación. Representantes campesinos anticiparon que insistirán en reabrir el diálogo para incorporar transitorios que reconozcan aprovechamientos históricos y evitar afectaciones en regiones donde la producción agrícola depende totalmente de la disponibilidad de agua.