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Cafecito / La Feria

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Sr. López

En una sobremesa de señoras de la familia materno-toluqueña, este menda entonces niño, no entendió cuando una de las tías solteras comentó que un tal Néstor la había invitado a tomar “un cafecito” y tía Victoria -la que tuvo más colchones que la cadena Sheraton-, le dijo que se fuera con cuidado, que ese señor “quería otra cosa” y todas brincaron, diciéndole mal pensada y exagerada, pero enmudecieron cuando agregó: -Bueno, yo me he tomado varios cafecitos con él… muy ricos -ya menos niño supo su texto servidor qué era “otra cosa” y lamenta no poder informarle si la tía esa se echó su cafecito. Hay cosas que no se cuentan.

Se supone que los EEUU mañana 2 de abril o el día siguiente (no se sabe, dicen y se contradicen), nos zambutirán aranceles del 25% sobre ya no se sabe qué: si sobre todo lo que nos compran; si solo sobre lo que está fuera del T-MEC; o sobre todo lo que salga del forro de la voluntad del fétido Trump. Pero igual, según Karoline Leavitt, vocera de la Casa Blanca, los aranceles van.

Nuestra Presidenta dice que no va a abrir el pico sino hasta saber de qué tamaño es la pedrada (que compre casco).

Sea lo que sea que ocurra mañana, no se le olvide que ya nos impuso ese Trump, el 25% de arancel a lo que nos compran de acero y aluminio y el mismo porcentaje a todo aquello que compran los EEUU aMéxico por fuera del T-MEC, que es por ahí del 12% de lo que exportamos, que no es poco -67 mil millones de dólares-, pero sí la parte menor del total que México exportó a EEUU en 2024 (unos 565 mil millones de dólares).

Y sea lo que sea que ocurra mañana, todos los tenochcas simplex en pleno uso de sus facultades mentales, saben bien que a nuestra Presidenta, en sus video-llamadas con el Trump, lo único que le ha faltado es ponerse un clavel reventón en la boca y de fondo musical aquella de Mocedades: ¡Ay, amor de hooombre!/ Que estás haciéndome lloraaar, una vez maaás… (arreglo del intermedio de la zarzuela ‘La leyenda del beso’, de 1924, por cierto).

Recordemos que el Trump dispone de nuestra Guardia Nacional como si le pagara el sueldo y no solo con la señora del segundo piso, también con su mentor que puso a corretear migrantes a 25 mil elementos (según el Trump, 28 mil), y doña Claudia, a 10 mil.

Aparte, el escuerzo (cheque su diccionario), ese que NO vive en Palenque, autorizó o hizo la vista a otro lado, cuando el secuestro y entrega en Texas, del Mayo Zambada; mientras que su pupila abiertamente,le surtió su pedido y mandó un ramillete de 29 narcos mexicanos sin ninguna formalidad legal, en apego al apotegma de Macuspana: “no me vengan con el cuento de que la ley es la ley”.

Al mismo tiempo, doña Sheinbaum, contraviniendo el primer mandamiento (“abrazos no balazos”), de la ley de su dios chiquito, aplicada como siempre fue, ha conseguido que su Batman Harfuch logre la detención de 14,517 gañanes bota punta pa’rriba, presentados algunos como súper narcos, siendo matarifes y criminales de la nómina de los verdaderos capos grandotes; junto con la destrucción de 476 laboratorios en los que se elaboraban “drogas sintéticas”, fentanilopues, que tantas veces negó su antecesor que se hiciera en México, entre ellos un laboratorio en elCarrizalillo, Zacatecas, de 395,000 metros cuadrados(8.57 veces el Zócalo de la CdMx, que con calles circundantes mide 46,080 metros cuadrados); y hay que creer que era clandestino: 39.5 hectáreas de laboratorio… a escondidas. Seamos serios.

Así, el Trump sigue trompudo por más flores que le eche a nuestra Presidenta (“una mujer maravillosa”). Su estrategia es la del matón de barrio: amenazar, asustar, obtener algo; volver a amenazar, obtener más; y así hasta que le dé la gana o todo el barrio le plante cara… sería lindo: que Canadá, China, Europa y todo el mundo, México incluido, le dijera que ya estuvo suave y que cómo quiera, quieren y desataran una guerra comercial de todos contra EEUU, lo que sin duda haría que los inmensos intereses empresariales y financieros yanquis, le pararan el alto al copetón de la Casa Banca. No lo veremos. Mientras haya el que confíe en sacar ventaja, no se unirán (se han unido antes en casos excepcionales, como cuando la Segunda Guerra Mundial… y eso con trabajos).

No faltan (sobran), los que en nuestra prensa aplauden sin remilgos las acciones de la Presidenta y analizan y vuelven a analizar los efectos muy negativos que tendrán los aranceles en la economía yanqui, planteando que el tal Trump está loco o es imbécil. Y bien podría ser ambas cosas, pero seguiría siendo el Presidente del país más poderoso del mundo, nuestro vecino y principal cliente (socio comercial se dice para que se oiga bonito).

Pero esos insisten en la tontera que son los aranceles y confían en que a fin de cuentas, el Trump afloje aunque sea tantito… y pregonan que doña Sheinbaum es la Mujer Maravilla.

Ayer mismo, el editorial de La Jornada se tituló ‘¿Qué quiere Trump?’… ¿de veras no lo sabe ese medio cuasi oficial?, cada vez más cuasi, porque cada vez se nota más que lo es del que NO vive en Palenque.

Por si de verdad no saben que quiere Mr. Clairol 71 (rubio cenizo), se les repite porque no es secreto y nos lo han dicho muy clarito: “Esto no es una guerra comercial. ¡Es una guerra contra las drogas!”, así de claro. Nada tiene que ver con el déficit comercial EEUU-México. La cosa es contra las drogas.

Lo dijo el pasado 4 de marzo el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, en respuesta dirigida a nuestra Presidenta. Y añadió don Lutnick: “Estos aranceles no tienen como objetivo restablecer las relaciones comerciales, sino salvar miles de vidas estadounidenses (…)”. Y el día anterior, la Casa Blanca dijo: los aranceles seguirán adelante porque “los cárteles tienen una relación intolerable con el gobierno de México”.

No le basta al tío Sam con sicarios y gañanes de monte, quieren políticos, militares y todos esos -aunque vivan en Cuba-, sin los que nuestra Presidenta no quisiera que la invite Trump… a echarse un cafecito.

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