* El exgobernador de Chihuahua, que llevaba su proceso estatal en libertad, fue detenido de nuevo tras recibir México la autorización de EE.UU. para imputarle un cargo adicional
La Fiscalía General de la República (FGR) detuvo este lunes en la ciudad de Chihuahua al exgobernador César Duarte por su presunta participación en un esquema de lavado de dinero que habría operado durante su administración. La captura obedeció a una orden de aprehensión emitida por un juez federal, luego de que Estados Unidos autorizara procesarlo por un delito distinto a los que motivaron su extradición en 2022.
Duarte, quien gobernó la entidad entre 2010 y 2016, se encontraba en libertad condicional mientras enfrentaba cargos del fuero estatal por peculado y asociación delictuosa. Esa situación le permitía moverse con relativa libertad, algo que en múltiples ocasiones fue criticado por el gobierno federal debido al mensaje de impunidad que enviaba, especialmente considerando el tamaño del desfalco atribuido a su gestión.
El político priista había sido detenido por primera vez en 2020 en Miami, Florida, y fue extraditado a México dos años después para responder por la red de desvíos documentada por el gobierno de Javier Corral. Esa administración estatal calculó un quebranto cercano a los 6 mil millones de pesos, recursos que presuntamente terminaron en propiedades y cuentas controladas por el exmandatario tanto en México como en Estados Unidos.
Según fuentes federales, la FGR llevaba más de un año gestionando ante el Gobierno estadounidense el permiso para imputarle un nuevo cargo a Duarte, requisito indispensable por el tratado de extradición. La luz verde llegó la semana pasada, en los últimos días de transición dentro de la Fiscalía, lo que abrió la puerta para ejecutar la orden de aprehensión por lavado de dinero.
Las investigaciones federales apuntan a que el exgobernador utilizó el sistema financiero mexicano para ocultar recursos públicos desviados de las arcas estatales. La FGR sostiene que Duarte habría montado un esquema para disfrazar el origen ilícito de esos fondos y moverlos a través de empresas y cuentas bancarias a su disposición cuando aún estaba en funciones como servidor público.
Tras su detención, Duarte será trasladado al penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, donde enfrentará este nuevo proceso. La captura representa el primer movimiento de alto perfil de la Fiscalía bajo la administración entrante y reabre un caso que ha simbolizado, durante años, las tensiones entre justicia local, protección política y la intervención del gobierno federal.