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Boicot tropical a Proceso / De Primera Mano

Boicot tropical a Proceso / De Primera Mano
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RODULFO REYES

 

La polémica por la publicación en la revista Proceso de un texto periodístico contra el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, subió de tono con el llamado de los seguidores del tabasqueño en internet a boicotear a la publicación que quizá sea la que más lo ha apoyado desde inicios de su carrera en Tabasco a finales de los ochenta.

Los ataques a ese semanario arrecieron a raíz de que la esposa de AMLO, Beatriz Gutiérrez Müller, publicara en Twitter una fuerte crítica en contra del medio que detonó el escándalo mediático.

Según la próxima primera dama, el artículo “desenmascara” la verdadera línea editorial de la publicación.

La controversia inició luego de que el hebdomadario publicara una entrevista con Diego Valadés, en la que el constitucionalista augura el fracaso de la administración de López Obrador, que inicia el 1 de diciembre.

            Gutiérrez Müller reprochó que las críticas a su marido se hagan cuando aún no ha tomado posesión, y consideró que los señalamientos son “conjeturas fantasiosas” surgidas de juicios nublados e influenciados por el conservadurismo, ya sea izquierda o de derecha.

Los adversarios de AMLO difundieron, en defensa del semanario, que durante el pasado debate presidencial el tabasqueño difundió una portada de la revista, en la que se lee: “Los turbios ingresos de los Anaya”.

Otra arista del desencuentro fue que tras la difusión del texto contra el tabasqueño, se dio a conocer que Julio Sherer Ibarra, hijo del fundador de Proceso, había sido nombrado consejero jurídico de la Presidencia de la república.

En realidad, el anuncio fue realizado desde el pasado 10 de agosto, pero en algunos medios cercanos a López Obrador se reeditó la información para contextualizarla en el marco del diferendo.

El debate en redes sociales en torno al episodio ha adquirido la misma virulencia observada durante las pasadas campañas, cuando los seguidores del entonces candidato presidencial de Morena combatían con rudeza al periodista o medio que lo acometiera.

Un aspecto que quizá se desconoce en la mass media de la capital del país es que AMLO siempre ha encarado los ataques periodísticos.

Desde 1988 que fue candidato a la gubernatura de Tabasco por el Frente Democrático Nacional (FDN), después transformado en PRD, dio muestras de que sabía responder a los señalamientos, que entonces se centraban en su presunto comunismo, aunque también se le calumniaba con temas de su vida privada y familiar.

Como dirigente estatal del sol azteca, el de Macuspana fundó un periódico llamado Corre la voz, que era el órgano oficial de su partido, y estaba dirigido por el periodista Alberto Pérez Mendoza.

Poco después ese medio partidista se convirtió en el diario La Verdad del Sureste, en el que en un principio participaron corresponsales en Tabasco de diarios importantes de Ciudad de México como La Jornada y Excélsior.

En la administración de Manuel Gurría Ordóñez se trató de desaparecer el diario cercano a López Obrador, en una jugada del régimen: colaboradores del medio cooptados por el gobierno que demandaron al tepetiteco, querían que este compareciera ante las autoridades para que dijera quiénes eran los accionistas.

El sistema no pudo entonces doblegarlo haciéndolo cerrar La Verdad del Sureste, ni pudo después ganarle en ese tema.

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