
* Entre los más recientes, se encuentra la desaparición de Óscar González Galdámez, un joven de 17 años de Ocozocoautla, quien fue visto por última vez el 23 de marzo en el barrio San Antonio de Tuxtla Gutiérrez.
Daniela Alfaro
En Chiapas, la problemática de las desapariciones forzadas continúa afectando a familias y comunidades, que aún esperan respuestas de las autoridades federales y estatales. En la región Altos, en el municipio de Pantelhó, han transcurrido tres años y ocho meses desde la desaparición de 21 personas a manos de un grupo armado autodenominado “Los Machetes”. A pesar de haber solicitado una audiencia con el gobierno estatal, las autoridades no han dado respuesta a las peticiones de justicia de las víctimas.
“Este día es solo uno más en nuestra espera. Tres años y ocho meses de agonía, de peticiones que no han sido escuchadas. Es necesario que las autoridades se comprometan con lo que dicen, que estén cerca de la gente”, expresó Francisca Morales, madre, abuela y tía de tres de los desaparecidos. A lo largo de este tiempo, las autoridades no han logrado avanzar en la investigación ni localizar a los responsables de este acto de violencia.
En 2024, Liliana Pérez vivió la desaparición de sus hijos, Luis y Marvin Nanga Pérez, a manos de un comando armado. Aunque las denuncias y las pruebas fueron presentadas ante las autoridades, las investigaciones no han avanzado. Liliana destacó que ha enfrentado amenazas y extorsiones mientras continúa buscando información sobre el paradero de sus hijos, sin obtener respuestas hasta la fecha.
En otro caso reciente, la desaparición de Óscar González Galdámez, un joven de 17 años originario de Ocozocoautla, ha generado angustia entre sus familiares. Óscar fue visto por última vez el pasado 23 de marzo en el barrio San Antonio de la ciudad. Su madre, desesperada, ha recurrido a las redes sociales para difundir su caso, temerosa de la seguridad de su hijo. La Fiscalía General del Estado ha emitido una Alerta AMBER, pidiendo a la ciudadanía que brinden información que ayude a localizar al joven.
Mientras tanto, la violencia criminal en Chiapas sigue afectando especialmente a las niñas, niños y adolescentes (NNA), quienes se convierten en víctimas directas e indirectas de los cárteles y otros grupos armados en la región. Según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), la desaparición de personas menores de 20 años ha aumentado de manera alarmante en los últimos cuatro años, con 130 casos reportados en 2024. Los municipios de la región de los Llanos, Selva, Soconusco y Meseta Comiteca se han visto particularmente afectados.
Organizaciones como Melel Xojobal A.C. y la Red por los Derechos de las Infancias y Adolescencias en Chiapas (Redias) advierten sobre el grave impacto que esta violencia tiene en la población infantil y adolescente, tanto física como emocionalmente. Los activistas destacaron la falta de respuesta por parte de las autoridades y la revictimización de las familias en las fiscalías locales.