* A pesar de las bajas temperaturas, migrantes fueron escoltados hasta los puentes fronterizos donde fueron entregados a autoridades mexicanas
En medio de temperaturas congelantes y una creciente presión migratoria, los puentes fronterizos de Ciudad Juárez, Matamoros y Reynosa se han convertido en puntos clave para la recepción de migrantes deportados desde Estados Unidos. Durante los últimos días, cientos de personas han sido escoltadas hasta la mitad de los cruces internacionales por agentes estadounidenses, donde fueron entregadas al Instituto Nacional de Migración (INM) para su traslado y asistencia.
En Matamoros, un grupo de 120 migrantes fue recibido en el puente Puerta México y conducido hacia Reynosa, donde se están habilitando nuevas instalaciones en el viejo Estadio Municipal. Ileana Villarreal, directora de Protección Sanitaria de Tamaulipas, informó que a su llegada los repatriados son vacunados contra influenza y COVID-19, como parte de los servicios básicos que incluyen orientación para contactar a familiares y apoyo en su retorno a las comunidades de origen.
En Sonora, otro grupo de 29 migrantes fue recibido en un operativo liderado por el cónsul general de México en Nogales, Marcos Moreno Báez. Los deportados fueron canalizados hacia albergues temporales y estaciones de autobuses para facilitar su retorno. Las autoridades han destacado que aquellos sin recursos ni redes familiares son trasladados a refugios oficiales, donde reciben atención médica, psicológica y apoyo logístico.
Las deportaciones se han intensificado en los últimos años. Durante el año fiscal 2024, bajo la administración de Joe Biden, se registraron 271 mil 484 deportaciones, lo que equivale a un promedio de 271 personas expulsadas por día, el nivel más alto desde 2014. Aunque estas cifras son menores a las reportadas durante el primer mandato de Donald Trump, representan un aumento significativo en comparación con los primeros años del actual gobierno estadounidense.
Este flujo constante de deportados ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades locales en México. En Tamaulipas, se han establecido campamentos temporales y se ha reforzado la coordinación entre los distintos niveles de gobierno para atender a las personas afectadas. Sin embargo, los recursos continúan siendo insuficientes para hacer frente al creciente número de migrantes que regresan al país.
Expertos en migración señalan que este fenómeno requiere soluciones integrales que combinen asistencia humanitaria inmediata con políticas de largo plazo que aborden las causas estructurales de la migración en los países de origen. Mientras tanto, los puntos fronterizos mexicanos siguen siendo el epicentro de una crisis humanitaria que demanda respuestas urgentes y coordinadas.
