* Las autoridades reportaron que los menores están siendo obligados a pedir limosna o vender productos durante las vacaciones, una práctica que ha sido detectada en estados como Durango, Celaya y San Luis Potosí.
Daniela Alfaro
Durante los últimos meses, las autoridades de varias ciudades han reportado un aumento en la presencia de niños y niñas, principalmente provenientes del estado, que se dedican a actividades de mendicidad y trabajo infantil en cruceros y calles. En diciembre de 2024, el DIF Municipal de Durango detectó a más de 90 menores de edad de varios estados del sur, incluyendo también a Veracruz y Oaxaca, pidiendo dinero o realizando actividades económicas temporales.
El director del DIF Municipal de Durango, Efraín de los Ríos, indicó que este fenómeno es más frecuente durante los periodos vacacionales, cuando aumenta la actividad económica debido al pago de aguinaldos. Los menores, en su mayoría, son llevados por sus familias a otras ciudades donde participan en actividades como pedir limosna o vender productos en los semáforos y calles concurridas. Las autoridades también señalaron que, aunque los números disminuyen cuando se reanudan las clases, la situación sigue siendo un problema estacional.
En Celaya, Guanajuato, se detectaron a varias familias chiapanecas que obligaban a sus hijos a pedir dinero en los cruceros de la ciudad. La presidenta del DIF local, Laura Casillas, explicó que durante diciembre, 15 niños fueron rescatados y llevados a las instalaciones del DIF, donde se les brindaron talleres y apoyo. Sin embargo, algunos adultos justificaron su comportamiento, argumentando que los niños podían generar hasta mil pesos diarios durante las fiestas decembrinas. A pesar de ello, las autoridades insistieron en que estas prácticas son ilegales.
La problemática no se limita a Durango y Celaya. En San Luis Potosí, también se han detectado a menores del sureste del país en situaciones similares. El Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) local reportó que estos menores suelen vender dulces o pedir dinero en los cruceros durante las vacaciones. Aunque las familias justifican su accionar por el periodo vacacional, las autoridades han señalado que estas actividades afectan el bienestar de los menores y contribuyen a la explotación infantil.
Las autoridades de diversos estados han intensificado las acciones para combatir esta problemática. En Celaya, el DIF realizó operativos para sensibilizar a los adultos sobre los peligros del trabajo infantil, mientras que en San Luis Potosí se han llevado a cabo recorridos y visitas domiciliarias para promover la educación y prevenir la explotación. A pesar de los esfuerzos, la pobreza y la falta de acceso a servicios básicos siguen siendo factores que propician estas situaciones.
Ante esta situación, las autoridades han pedido a la ciudadanía que no contribuya a la explotación infantil al dar dinero a los niños. En su lugar, se ha instado a apoyar las iniciativas que buscan erradicar el trabajo infantil y garantizar el bienestar de los menores. Las instituciones encargadas de la protección infantil continúan trabajando para erradicar esta problemática y asegurar que los niños y niñas puedan acceder a una vida libre de explotación.
