* El homicidio ocurrió horas después de la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Guerrero.
La ola de violencia que golpea a Guerrero sumó otra víctima este miércoles con el asesinato del magistrado Edmundo Román Pinzón, expresidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) del estado. El funcionario fue atacado a balazos en el fraccionamiento Las Playas de Acapulco cuando salía en su vehículo de los juzgados de Caleta. Los agresores, que según los reportes lo esperaban en el lugar, dispararon desde otro automóvil, dejando al magistrado sin vida en el asiento del conductor.
La Fiscalía General del Estado confirmó que se investiga el caso como homicidio calificado y ha comenzado a recabar pruebas, incluyendo grabaciones de videovigilancia y testimonios de posibles testigos. Mientras tanto, las autoridades implementaron un protocolo de Código Rojo con apoyo del Ejército, la Guardia Nacional y la Marina para localizar a los responsables y evitar más incidentes.
Edmundo Román Pinzón formaba parte de la Segunda Sala Penal del TSJ y previamente había ocupado su presidencia en 2015. Su asesinato ha generado indignación entre autoridades y ciudadanos, quienes exigen justicia y acciones concretas ante la creciente violencia en el estado. La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, condenó el crimen y aseguró que se trabajará en coordinación con los tres niveles de gobierno para que este hecho no quede impune.
Este asesinato se suma a una serie de crímenes que han conmocionado a Guerrero en los últimos meses. En octubre, 11 comerciantes fueron hallados sin vida en una camioneta en Chilpancingo tras ser secuestrados en Chilapa. Días antes, el exalcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos, fue encontrado decapitado, mientras que el secretario general del Ayuntamiento, Francisco Tapia, también fue asesinado en la vía pública.
El homicidio del magistrado ocurrió horas después de la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Guerrero, donde encabezó el Consejo Nacional de Seguridad Pública. Durante el evento, la mandataria llamó a reforzar las estrategias de seguridad en coordinación con los gobiernos estatales y municipales, en un estado que se ha convertido en uno de los más violentos del país.
Con más de mil 200 homicidios dolosos registrados entre enero y octubre de este año, Guerrero sigue siendo un punto crítico en la crisis de seguridad nacional.