Juan Carlos Cal y Mayor
Desde su inicio, el gobierno de Claudia Sheinbaum se desplaza sobre arenas movedizas. Es la hora en que no alcanza a ejercer a plenitud el poder presidencial para desvincularse de su antecesor, quien la forzó a heredar como líderes camarales al menos a tres personajes en los que no confía. Monreal y Adán Augusto tienen su propia agenda y sus propios intereses. No son leales al proyecto de la presidenta. Se tomaron la foto para responder al llamado de Claudia, pero tan solo se trata de una tregua en una guerra abierta y declarada.
Noroña es un mal que no debería ser necesario. Es un aliado incómodo y gañan. Juega al protagonismo para perpetuarse en posiciones de poder, pero ni AMLO, y menos Claudia, confían en él.
AMASIATO
La concupiscencia obradorista con el narcotráfico la pone en una situación incómoda ahora que ha decidido combatirlo —al menos eso aparenta— para enfrentar las presiones de Donald Trump, ahora que viene en una versión recargada para obligar al gobierno mexicano a romper el amasiato con los cárteles de la droga y la displicencia hacia el éxodo migratorio que nuestros vecinos del norte ya no están dispuestos a tolerar. Trump ha anunciado que iniciará una deportación masiva de hasta 3 millones de migrantes mexicanos ilegales, además de otras nacionalidades, cuyas implicaciones todavía no alcanzamos a dimensionar.
T-MEC: NEGOCIACION EN RIESGO
Trump ha cuestionado nuestra relación comercial, amenazado con la imposición de aranceles, porque quiere recuperar las industrias norteamericanas para su país y cuenta con incentivos para lograrlo. Ya detectaron la invasión de productos chinos en México y la potencial exportación reetiquetada de estos mismos a los EE. UU. aprovechando el T-MEC. No son casualidad los operativos y decomisos de mercancía china ni las auditorías ya anunciadas a las agencias aduanales que introducen productos masivamente y de manera clandestina a través de nuestros puertos marítimos. Lo están anunciando con bombo y platillo, al igual que los decomisos de fentanilo, para contener las amenazas que se ciernen sobre la renegociación del T-MEC el próximo año.
ADIOS AL OUTSORCING
Las posibilidades para el outsourcing (la relocalización de empresas hacia México) se han ido diluyendo en la medida en que se siguió modificando la Constitución, obedeciendo los dictados de López Obrador. Destruyeron la autonomía del poder judicial —lo dijo abiertamente el embajador Ken Salazar— y desaparecieron los órganos reguladores como la COFETEL (Comisión Federal de Telecomunicaciones) y la COFECE (Comisión Federal de Competencia Económica). Según declaró el año pasado Marcelo Ebrard, al menos unas 400 empresas habían manifestado sus intenciones de invertir en México, pero el proceso se ha frenado por la incertidumbre legal que ha generado la diarrea legislativa cuatroteísta.
EXPECTATIVAS DE CRECIMIENTO
Por todo ello, las expectativas de crecimiento económico se han estancado y siguen siendo mediocres comparadas con las de otros países, al menos en América Latina. De nada sirvieron las advertencias de las grandes calificadoras como JP Morgan, que no están para agradar o desagradar políticamente al gobierno de México, sino para evaluar escenarios de riesgo ante los inversionistas. El Banco de México (Banxico) prevé un crecimiento del 1.2%, mientras que calificadoras como HR Ratings estiman un 1.1% y Moody’s de 1.5% a 1.3%.
La Secretaría de Hacienda —más optimista— plantea un estimado de 2% a 3%. Los recortes presupuestales han sido drásticos para este año, comenzando por las instituciones de salud, con una disminución del 11% en comparación con 2024, lo que equivale a una reducción de aproximadamente 81.3 mil millones de pesos, con todo y la enorme precariedad que atraviesan las clínicas y hospitales públicos, cada vez más cerca de Haití que de Dinamarca. Eso sí, van otros 40 mil millones de pesos para el tren Maya a ver si de una vez por todas termina de funcionar.
CONSECUENCIAS
Las estimaciones financieras no están considerando las probables consecuencias de una fallida renegociación del T-MEC, que podría afectar al sector manufacturero de nuestro país, comenzando por la industria automotriz que está en la mira de Trump. Hay que considerar la literal invasión de autos producidos en China. A finales de 2022, había siete marcas chinas en el mercado mexicano; para marzo de 2024, esta cifra se había triplicado, alcanzando las 21 marcas, lo que representa aproximadamente un tercio de la oferta total de marcas en el país.
EMPLEOS EN RIESGO
Sumando los 900 mil empleos directos e indirectos, se estima que la industria automotriz en México es responsable de más de 2 millones de empleos, y considerando todos los trabajos derivados, incluyendo mantenimiento de vehículos y otros rubros relacionados, la cifra supera los 5 millones de puestos de trabajo. Por su parte, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó un total de 22 millones de puestos de trabajo registrados, de los cuales el 86.3% correspondían a empleos permanentes y el 13.7% a empleos eventuales. Al menos una cuarta parte de nuestros empleos penden del T-Mec.
EL HURACÁN DONALD
Desde el norte, se aproxima un ciclón que puede convertirse en un huracán categoría 5, por lo que el gobierno de Claudia Sheinbaum debería tomarse muy en serio la situación. Parece más ocupada en mantener la narrativa que complace a su feligresía. Se pelea con el New York Times pretendiendo negar una realidad manifiesta en nuestro país, que es el tráfico y la producción clandestina de fentanilo en condiciones efectivamente precarias. En México le creen a Claudia, pero los norteamericanos le creen mucho más al New York Times y refuerza la narrativa de Trump hacía nuestro país. Viene tiempos difíciles. Vamos en reversa, pero los conductores no miran por el retrovisor.