AMLO confirma presencia del crimen organizado; ciudadanos y organizaciones alertan sobre vivir bajo asedio
- El Frayba destacó que la violencia ha alcanzado niveles alarmantes, como lo evidencian los recientes enfrentamientos armados
Redacción / Alfaro Noticias
El estado de Chiapas ha sido escenario de una escalada de violencia atribuida a la pugna entre grupos criminales. El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó la existencia de esta problemática luego de una masacre que cobró la vida de 11 personas en el municipio de Chicomuselo. Aunque no confirmó las identidades de los grupos involucrados, se especula sobre choques entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa, que buscan controlar la ruta desde Centroamérica hacia Norteamérica.
La situación en Chiapas ha sido descrita como una “guerra civil” por organizaciones civiles e indígenas, que denuncian asesinatos, desapariciones y desplazamiento forzado de comunidades. El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), destacó en un comunicado que la violencia ha alcanzado niveles alarmantes, como lo evidencian los recientes enfrentamientos armados que han dejado un rastro de muerte y destrucción en diversas localidades fronterizas.
Los cárteles en disputa no solo controlan el tráfico de drogas, sino también servicios esenciales como electricidad, telefonía, agua y alimentos, según el portal Sinembargo.mx. La población local se ve sometida a la presión de estas organizaciones criminales, que imponen su autoridad a través del miedo y la coerción, cooptando a diferentes sectores de la sociedad y desestabilizando la vida cotidiana de la región, destacaron.
En un intento por mantener el control territorial, los grupos delictivos han impuesto bloqueos en carreteras y amenazas a la población civil, provocando escasez de alimentos y servicios básicos en varias comunidades. La presencia del Ejército mexicano en la zona no ha logrado contener la violencia, que persiste y afecta la seguridad y el bienestar de miles de personas.
La violencia en Chiapas ha generado una crisis humanitaria, con miles de desplazados internos y un clima de temor y desesperación entre la población afectada. Organizaciones de derechos humanos y la Iglesia Católica han denunciado la situación y han instado a las autoridades a tomar medidas urgentes para proteger a los ciudadanos y restaurar la paz en la región.