*El convenio entre AMLO y Carlos Slim resalta la controversia detrás del magnate mexicano, cuestionando su influencia en la política.
El reciente convenio entre el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y el empresario Carlos Slim ha generado intensos debates sobre la controvertida figura del magnate. La colaboración, centrada en la carretera Oaxaca-Tehuantepec, ha vuelto a poner de manifiesto la reputación polémica de Slim y sus lazos históricos con el poder.
El presidente AMLO reveló durante su visita a Oaxaca que cerró acuerdos con Carlos Slim para avanzar en la construcción de la carretera Oaxaca-Tehuantepec. Aunque el convenio apunta a impulsar el desarrollo y beneficiar a la población local, también resalta las conexiones del empresario con momentos críticos de la historia política de México.
Carlos Slim, considerado uno de los hombres más ricos del mundo, ha sido objeto de críticas por su respaldo en el pasado al Partido Revolucionario Institucional (PRI), un régimen marcado por el autoritarismo y la corrupción durante más de 70 años. La biografía no autorizada “Slim: Retrato del hombre detrás de la fortuna” ha arrojado luz sobre su papel en la privatización de empresas y bancos nacionales, así como sus vínculos familiares y políticos.
El texto de Mariana García, autora de la biografía, cuestiona la filantropía de Slim, señalando su relativa tacañería en comparación con otros magnates. La pregunta de si sus acciones buscan genuinamente el bienestar social o si obedecen a estrategias políticas sigue siendo objeto de debate.
La mala reputación de Carlos Slim, que se ha visto relacionada con episodios oscuros de la historia mexicana, como su presunta participación como prestanombres del expresidente Carlos Salinas de Gortari, añade una capa adicional de controversia al reciente acuerdo con AMLO. Las críticas y cuestionamientos durante la inauguración de la carretera Oaxaca-Puerto Escondido indican que la percepción negativa hacia Slim persiste entre algunos sectores de la sociedad.