Guillermo Ochoa-Montalvo
Querida Ana Karen,
La vieja Alessia llegó a México atraída por los chamanes, brujas, magos, adivinadores, curanderas y parteras, de Oaxaca y Chiapas de quienes escuchaba hablar desde su infancia alrededor de importantes antropólogos como Robert Gordon Wasson y otros colegas de sus padres. En su imaginación, aquellos relatos parecían cuentos de hadas hechos realidad.
Alessia llegó al mundo en 1930 cuando Mussolini convierte el catolicismo en la religión oficial en Italia y reconoce la soberanía e independencia de la Santa Sede, imponiendo además, la enseñanza obligatoria en las escuela y de paso, acuerda abolir la dietas que celebrara la derrota de los Estados Pontificios de 1870 que sus padres celebraban siendo libres pensadores.
Con el el derrocamiento del Régimen Fascista de Mussolini y el restablecimiento de la República en 1947, Alessia empieza a acariciar el sueño de migrar a México, lo que consigue 3 años más tarde, al embarcarse en el Puerto de Livorno de la región Toscana en un barco petrolero hacia el puerto de Veracruz de donde parte hacia la sierra mixteca zapoteca de Oaxaca en busca de María Sabina.
Alondra, su nieta a quien conocí en Tapachula a principios de este siglo, me relata la historia de su abuela, recluida en su casa a sus 95 años sin deseos de hablar con nadie sumida en sus recuerdos.
—Soy la única persona autorizada a visitarla en su casa; mis tíos viven distantes, pero se encargan de pasarle el dinero necesario para su manutención. Pasa el tiempo en su mecedora en una comunidad de los Altos de Chiapas mirando sus álbumes de fotografías. Cuando me siento a su lado, su mente se ilumina y con cada fotografía, me narra una historia.
“En esta foto estoy con los marinos de Puerto Livorno cuando partí a México en 1950; esta otra es en Veracruz donde sentí miedo por vez primera en mi vida, pero al mismo tiempo, una sensación de gozo al viajar hacia Oaxaca. Esta viejita de 58 años es María Sabina y esa jovencita, soy yo. Con ella aprendí a diferenciar los hongos comestibles de los psicotrópicos y de aquellos a os que ella llamaba sus “niños santos” exclusivos de Oaxaca”.
—Mi abuela, estando cera de María Sabina, conoció a grandes personajes como Aldous Huxley, quien escribe en 1954 “Las Puertas de la Percepción” de donde los Doors toman su nombre como grupo de rock. Ahí conoció al banquero y micólogo R. Gordon Wasson cuya visita provocó un extenso reportaje en la revista Life lo que le brindó a María Sabina, celebridad internacional y una gran cantidad de visitantes a su comunidad en Huautla de Jiménez. Watson y su esposa Valentina Pavlovna, descubrieron los hongos con psilocibina. Y ello, motivó a mi abuela a continuar su búsqueda mística a través de las miles de hierbas empleadas en la magia y la sanación que hay en México.
—Alondra, la fama de María Sabina ya era conocida cuando empezaron a llegar los hippies a la mixteca, a tu abuela, ¿le tocó vivir esa época en Oaxaca?
—No, ya no. La cercanía con los chamanes de la sierra mixteca generó la curiosidad de mi abuela Alessia por conocer otras regiones y así fue como inicio su extensa aventura. Una noche, me narra mediante sus fotografías la historia de su vida romántica.
“Mira que lindo era tu tío Bayron. Su padre fue un un señor guatemalteco que oficiaba ceremonias con los “abuelos” y chamanes de distintas regiones de Guatemala bajo la traidición de los maya quiché y las escrituras del Popol Vuh. El era mucho más grande que yo, pero su sabiduría me cautivó. Tu padre Crisanto lleva el nombre del padre de María Sabina; él creció con la familia de su abuela paterna quienes se dedicaban a la curandería y adivinación en Chiapas. Tanto Bayron como Crisanto, migraron al Norte del país donde se relacionaron con los chamanes de esa región y nunca más regresaron, más que a visitarme de vez en cuando. Tu madre fueran hippie norteamericana quien, como sabes, te dejó a cargo de tu padre cuando los hippies fueron expulsados de México entre 1971 y 1975.
—Las setas con poderes visionarios le dieron fama a María Sabina y amplios conocimientos a mi abuela quien no se canso de viajar por Centroamérica, Chiapas, Nayarit, Chihuahua, Sonora y muchos lugares más donde descubría nuevas práctica de brujería, curandería y chamanería, relacionándola siempre con las brujas de Italia y los países nórdicos. De hecho, ella siempre sospechó que su ascendía provenía de brujas al ser pelirroja. Ya ves que las pelirrojas fueron perseguidas por la inquisición y enviadas a la hoguera al considerarla brujas cuando en realidad, eran mujeres sabias. En otra ocasión, Alessia me contó lo siguiente.
“Robert Gordon Wasson, es este señor que aparece en esta fotografía y ella es Valentina, su esposa. Su obra “Hongos, Rusia e historia” dio pie para internarse en los poblados de la sierra Mixteca. Su relación con la “sacerdotisa de los hongos” dio origen al libro “El hongo maravilloso: Teonanácatl Micolatría en Mesoamérica” donde experimentaron los efectos de esas sustancia psicoactivas para después estudiar científicamente, la composición de los hongos y psilocibios. Estos hongos contienen sustancia como la psilocibina, la psilocina y la baeocistina que afectan el sistema nervioso central, alterando la percepción, el estado de ánimo y los procesos cognitivos. Son considerados sustancias enteogénas y han sido utilizados con fines ceremoniales, religiosos y recreativos”
—Con mi abuela aprendí que en la religo itálica veneran a Diana, la reina de las brujas que fue hija y esposa de Júpiter. Los seguidores de la Stregheria usan el pentáculo no invertido como símbolo de Gens o Diana y aunque lo usan invertido, repudian el satanismo.
Alondra me explica el significado de la Stregheria.
—La stregheria es una religión pagana, con algunas similitudes con la Wicca, con orígenes italianos e ítalo-americanos. Mientras muchos de sus practicantes consideran stregheria una tradición distinta de Wicca, algunos académicos indican que es una forma de Wicca o una derivación. Hay muchas interpretaciones alrededor de este tema. Algunos creen en el inframundo y en la metamorfosis, pero no en el castigo del renacimiento. Otros practicantes creen y veneran a los espíritus de la naturaleza y a los ancestros, a veces llamados Manes debido a la influencia de la religión romana. Algunas tradiciones en cambio, se apegan al sincretismo cristiano.
A punto de concluir la videoconferencia con Alondra en ocasión de sus 50 años, me dice:
—Te leo un dato más. “El uso ritual de las semillas de Turbina corymbosa e Ipomoea violácea ha sido documentado en las fuentes históricas coloniales y, en el siglo XX, se ha registrado y estudiado en Guerrero y Oaxaca. En Yodohino y Nundó, pueblos mixteaos del distrito de Huajuapan de León, Oaxaca, la gente utiliza todavía hoy las semillas de la virgen (Ipomoea violácea) y del “san José” (Datura stramonium var. Godronii) como medio de adivinación y curación. Una mujer —experta en la preparación y suministro de las semillas, que se muelen en el metate y se mezclan con otros ingredientes— cuida a la persona que ingiere el brebaje, quien experimenta un estado no ordinario de conciencia, durante el cual “la semilla habla” y revela qué enfermedad la aqueja, por qué enfermó y cómo puede curarse. La experiencia de quienes han tomado la pócima, analizan las características del trance y el proceso durante el cual la enfermedad es “diagnosticada” y curada; asimismo, discute si este “preparado” psicotrópico puede considerarse un enteógeno y si el consumo ritual se inscribe en la práctica del chamanismo”. A sus 95 años, aislada del mundo, Alessia conserva sus conocimientos, apuntes y fotografías como un tesoro sagrado y secreto que se llevará a la tumba como una cuestión de amor.