Guillermo Ochoa-Montalvo
Querida Ana Karen, María Alejandra Laguna Irecta es como describen a los Leo: segura de sí misma, sin apegos, vanidosa, orgullosa, amorosa, proteccionista, generosa, sin prejuicios, contradictoria; libre de pensamiento y acción; pero, sobre todo con un mundo interior lleno de experiencias que sólo comparte con sus exclusivas y muy cercanas amistades.
Platicar con Alejandra es un lujo y confieso que esta conversación merecía ser grabada y transmitida en su programa “Al Desnudo” que transmite Giraluna una vez al… cada vez que le da la gana; porque en este breve espacio es imposible describir su más fascinante extravagancia: “mi mayor extravagancia, es mi carácter extrovertido y mi risa que todo mundo menciona… Pero yo digo, ¡wey!, ¡así soy!… “Además, soy muy pendeja para mentir… casi nunca miento”.
Acompañada de la guapisérrima Malena Cancino, charlamos, entre carcajadas, durante tres horas y tres jarras de café. La escucho hablar de sus contrastes: Nacer en una ciudad populosa del Estado de México y crecer en la atmósfera bucólica de Comitán; estudiar en colegio de monjas versus CEBETIS; casada-soltera; mujercita de casa a viajera como actriz de teatro; promotora cultural; de sus largos años en el IMER y tener que elegir entre ser free lance o la banca; de su maestría en sexología y su postura en el feminismo. Hablemos de tu largo proceso de aprendizaje.
DEL ESTADO DE MÉXICO A COMITÁN. —¡Imagínate!, después de nacer y vivir en una ciudad de 9 millones de habitantes llegar a vivir a un pueblo de 54 mil, con su aspecto campirano fue tremendo. Al principio experimenté una gran nostalgia hasta que descubrí el encanto de de vivir en Comitán al convivir con mi emprendedora abuela y la familia de mi madre; al visitar a los familiares de mi padre en Pijijiapan, eso fue todo un reaprendizaje. Hoy reconozco que, entre todos los héroes ficticios o reales, mi madre es mi gran heroína.
—Mi abuela, se dedicaba a la panadería. Contaba con tres hornos y 20 trabajadoras con una gran producción de pan. De todas las fechas festivas, yo amaba la de Todos Santos porque toda la familia trabajaba para surtir los encargos de pan de muerto, desde 15 días antes. La gente llegaba de los alrededores a esperar el pan hasta dos días antes sin moverse de su lugar. Hoy sigo descubriendo la magia de vivir en Comitán.
DEL COLEGIO DE MONJAS AL CEBETIS. —Por un capricho de mi abuela, estudié en un Colegio de mojas la primaría y la secundaria; de ahí, ingreso al CEBETIS. Y eso estuvo genial, ¡a toda madre! Empiezo a conocer a un chingo de amigos; a conocer todo lo que se puede hacer en esta vida… ¡vida por haber!. O sea, de estar enclaustrada sin poder salir a irnos de pinta al Chiflón; San Cristóbal. FOVISSSTE ni existía, era un llano donde tomábamos cervezas. El CEBETIS fue una gran época de inconfesables descubrimientos en mi vida.
DE CASADA A SOLTERA. —En el CEBETIS conozco a alguien y me caso a los 19 años y a los 21, ya estoy soltera. Al divorciarme, de inmediato viajo a Guatemala en 1999 y ahí permanezco hasta diciembre de ese año.
DE LA CASA A LA FARÁNDULA. —Del 2000 al 2002 me la paso increíble al integrarme a la Compañía de Teatro de mi mejor amigo y con ellos empiezo a viajar presentando obras en Oaxaca, Tabasco, Chiapas; viajamos a la Ciudad de México a armar proyectos. Empacábamos y desempacábamos… fue una época de mucha actividad cultural armando exposiciones, organizando festival de rock; de cine y de cuanta locura nos venía en gana.
—Después, participé en la logística del Festival Balún Canán que se inició en Comitán con Luis Armando Suárez bajo el patrocinio de CONECULTA, Ayuntamiento y el Centro Cultural Rosario Castellanos, trayendo a grandes artistas, escritores, artistas plásticos, actores y muchos más como Eugenia León, Real de Catorce, entre muchos otros. La participación de los jóvenes convocados por Armando, fue decisiva en la organización del festival.
—A propósito de tu pregunta sobre cuál es el “oso” más bochornoso que recuerdo, aunque suelo olvidar ese tipo de cosas, ¡ah, que chingona soy! Si, hay bastantes. Pero uno memorable, fue cuando hacía una obra de teatro donde, en la escena final, yo tenía que estar sobre una mesa fingiéndome muerta. Se cierra el telón, me incorporo y en ese instante, se abre de nuevo el telón y “me vuelvo a morir”, El público suelta la carcajada. <Así no se puede, pinche actriz>, me digo a mí misma.
DEL IMER A A LA BANCA. El 2 de enero del 2002, ingreso a trabajar al Instituto Mexicano de la Radio, el IMER, haciendo programas como operadora técnica cubriendo los horarios de 5 a 10 de la mañana, regresando a las 8 de la noche hasta la 1 de la mañana.
Ahí, me dieron la oportunidad de producir “La Luna en el Espejo” donde se trataban temas con enfoque de género sobre salud, derechos humanos, cuestiones legales, nutrición, sexualidad. También produje “Jazz para Despistados”. Ahí pasé largos años haciendo radio hasta que llegó la nueva administración que consideró que la cultura era una cuestión de austeridad y un gasto innecesario. Entonces la alternativa era seguir como Free Lance o abrir nuevos horizontes.
CRISIS Y SALIDA. —En mi vida, todo ha sido un proceso de aprendizaje.. Llegué a los 30 años con un hijo de 5 años y una separación dolorosa. Mis treintas, me los pasé de la chingada en este proceso de saber quién soy, qué quería ser y como lo quería hacer. Después de una etapa muy difícil y enfermar de gravedad, llegué a la catarsis para decir ¡basta!, y ponerle punto final para dejar atrás muchas cosas y no seguirme complicando la vida. Todo ese bagaje y aprendizaje me lleva a lo que soy ahora.
HOY Y FUTURO. —Al pensar en proyectos suelo auto sabotearme; sin embargo, el optimismo es mi estado mental común y desde ahí, defino las cosas que detesto como la falta de honestidad y que no hablen con la verdad.
—La vida la llevo improvisada y de pronto me salen cosas fabulosas. Desprecio a quienes desprecian a la gente y son manipuladoras. Detesto la sensación de miedo que estamos viviendo en la actualidad. La manifestación más clara de la miseria es esta situación que estamos viviendo en Chiapas y en México. Ahora, mi prioridad es concretar mis proyectos, en lograr la estabilidad financiera. En eso pienso ahora. Antes pensaba mucho en ¡tener compañía, en el amor, en la familia! Eso ya lo viví, ya sé como es. No soy muy buena en eso y ya lo dejé.
Alejandra se sirve el décimo café y empezamos a platicar sobre su labor como sexóloga; pero esa es otra historia que publicaremos en la segunda parte de esta entrevista, porque la sexualidad y el sexo son algo más, que una simple cuestión de amor.