RODULFO REYES
De no ser por los hechos aislados de violencia, podría afirmarse que la jornada electoral de Tabasco acontece con mucha calma.
Al menos hay constancia –y de ello ha dado fe Morena, el principal instituto opositor– de que el Estado no está interviniendo para inclinar la balanza hacia alguno de los participantes, mucho menos para favorecer al partido en el gobierno.
En anteriores procesos para gobernador, a estas alturas ya estaba desatada una verdadera guerra en la que el régimen llevaba el papel de verdugo contra la fuerza política que le representaba un peligro.
En particular en la época del PRI era “común y normal” que el sistema embistiera a sus oponentes con la maquinaria estatal.
El mejor ejemplo de esto puede verse en la contienda presidencial, en la que el gobierno de Enrique Peña Nieto le ha desatado una brutal persecución al abanderado de la alianza PAN-PRD-MC, Ricardo Anaya, a quien se le ha hecho pública una investigación por lavado de dinero, la cual se encuentra en la etapa de consignación para solicitar la orden de aprehensión a un juez.
Vaya, la mano de Los Pinos es tan evidente, que analistas de la capital del país le dicen a José Antonio Meade el candidato de la coalición PRI-PGR, en alusión a que la procuración de justicia se encuentra al servicio del ex secretario de Hacienda.
El virulento ataque contra Anaya, quien ocupa el segundo lugar en las encuestas, aunque muy separado del puntero de Morena, Andrés Manuel López Obrador, se ha contenido porque en determinado momento un grupo de intelectuales le pidió al presidente Peña dejar de usar al ministerio público federal como herramienta electoral para ayudar a su partido.
En Tabasco no se ha visto que la administración del perredista Arturo Núñez Jiménez le haya echado montón a los opositores a su partido.
En correspondencia, en diversas ocasiones Morena ha dado su fe y su testimonio de que la jornada trascurre sin la injerencia gubernamental.
Es en algunos municipios, como Cárdenas, en donde algunos poderes fácticos están retando al Estado.
Los hechos de violencia de la semana pasada en que perdió la vida Manuel Fuentes Torruco, hijo del regidor suplente Eduardo Fuentes Naranjo, obligaron a la Fiscalía General del estado a iniciar una investigación que está a punto de dar resultado.
Su titular Fernando Valenzuela Pernas, que, por cierto, es originario de esa localidad, ya adelantó que las pesquisas van por buen camino.
No debe descartarse que el acto criminal haya sido provocado para responsabilizar al ayuntamiento perredista y al candidato a la alcaldía, Rafael Acosta León.
Ayer, en una entrevista durante un acto de campaña en compañía del abanderado de su partido a la gubernatura, Gerardo Gaudiano Rovirosa, el edil con licencia reconoció que la seguridad es la principal demanda de la población.
El aspirante a la reelección reveló que en el tiempo que estuvo al frente de la comuna, fueron desarticuladas 11 de 13 bandas criminales que operaban en la región.
Dijo que las dos que quedan son las que siguen provocando los problemas.
PARA SU INFORMACIÓN…
EL CANDIDATO DEL tricolor a la alcaldía de Centro, Adrián Hernández Balboa, afirmó ayer en una entrevista de radio que es el único de los aspirantes que ha trabajado para llegar a Palacio Municipal, pues los otros dos contendientes, el morenista Evaristo Hernández y el perredista Jaime Mier y Terán, lograron las nominaciones como “premio de consolación”, pues ambos buscaban la gubernatura.
