En México existen 22 especies de psitácidos, grupo que incluye loros, pericos y guacamayas, aves emblemáticas por su colorido y su importancia ecológica. Una parte significativa de esta diversidad habita en los estados de Chiapas y Oaxaca, regiones que, por su riqueza natural, son clave para la conservación de estas especies, muchas de ellas catalogadas en alguna categoría de riesgo.
Los psitácidos cumplen un papel fundamental en los ecosistemas, especialmente en la dispersión de semillas y el equilibrio de los bosques tropicales. Sin embargo, enfrentan amenazas constantes como la pérdida de hábitat, la deforestación y el tráfico ilegal, práctica que ha reducido drásticamente sus poblaciones silvestres.
Ante este panorama, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales hace un llamado a la ciudadanía a no comprar especies silvestres y a respetar su vida en libertad. Mantener a estas aves fuera de su entorno natural afecta gravemente su supervivencia y contribuye a su posible extinción. La conservación de los psitácidos es una responsabilidad compartida. Déjalos volar libres en su hábitat: protegerlos es preservar la riqueza natural de Chiapas, Oaxaca y de todo México.