Sr. López
Tía Jose (así, sin tilde, de Josefina), a veces comentaba con tristeza que su hijo, Pepe, el más impresentable primo que tenerse pueda, no tenía amigos. No era cierto, con Pepe casi nada era cierto. Una vez ya cuarentón este menda, se acordó y le preguntó por qué no presentó nunca sus amigos a sus papás y dijo muy fresco: -Me hubieran echado de la casa -tenía razón.
Como comprenderá, a este menda le interesa menos que el clima en Gabón el destino del cínico delincuenteNicolás Maduro, ese modelo de superación personal, que aprendió inglés viendo caricaturas de Porky ypasó de chofer de autobús a dictador de Venezuela… ¡sí se puede!
Que si los EUA van a invadir Venezuela; que si nomás van a sacar de los pelos al Maduro; que si mejor le echan un misil a donde quiera que esté. No se sabe qué va a pasar, pero no mandaron al mar Caribe frente a las costas de Venezuela, a broncearse a la tripulación de un portaaviones nuclear y tres destructores.
Lo cierto es que los EUA no traen entre ojos al Maduro y su gavilla, por lo feo que tratan a su población, no, sino por su complicidad con el narco. Y van en serio:
Desde el 26 de marzo de 2020, los EUA ofrecieron 15 millones de dólares de recompensa por información para el arrestar al Maduro por narcoterrorismo y el 7de agosto pasado, la subieron a 50 millones, porque: “Durante más de una década, Maduro ha sido líder del cartel de los Soles, responsable del tráfico de drogas hacia Estados Unidos”. Y la señora del bastón de caramelo, muy atinada, al día siguiente dijo al gobierno de los EUA: “Si tienen pruebas, que las muestren”. ¡Doñita!, no se meta.
Luego, el 16 de noviembre de este 2025, el Departamento de Estado yanqui (su Cancillería), añadió: “El cartel de los Soles, junto con (el) Tren de Aragua y el cartel de Sinaloa, son responsables de la violencia terrorista en todo nuestro hemisferio, así como del tráfico de drogas a Estados Unidos y Europa(…)”.
Sí, el cartel de Sinaloa, el de Badiraguato, el municipio propiedad del cartel de Sinaloa, el que visitó al menos seis veces el Señor de los Abrazos, quien en su mañanera del 6 de junio del 2024, aclaró: “Y voy a seguir yendo”. ¡Macho!
Pase lo que pase, si nuestro cuatrotero gobierno no ha enloquecido del todo por su borrachera de poder que ya lleva siete años, debiera estar mucho más que muy preocupado porque difícilmente la Casa Blanca no ha tomado debida nota de la impúdica relación que hay entre los transformadores y el esperpento ese de la revolución bolivariana, castro-chavista, hoy a cargo del dictador Maduro que resultó narco, acusado también de crímenes de lesa humanidad por la ONU y la Corte Penal Internacional.
Nada más para que estemos claros: tan lejos como febrero de 2017, el Pejehová en entrevista (está en YouTube), a la pregunta de si la democracia en Venezuela era mejor que en México, firme y enfático, contestó que sí (luego la quiso arreglar pero lo dijo).
En mayo de 2017, la embajadora de Venezuela en México, María Lourdes Urbaneja, puso un mensaje en Twitter (hoy X), en la cuenta oficial de la embajada: “Celebramos el acompañamiento del Partido Morena, su solidaridad y apoyo irrestricto a la Revolución Bolivariana”. Lo borró después, pero ahí quedó en la nube para siempre.
En julio de ese 2017, la entonces secretaria general de Morena, Yedickol Polenvsky, declaró (está en YouTube): “El gobierno de Venezuela es un ejemplo para nuestra América (…) ayúdennos a hablar de lo grande que es el gobierno chavista”. La misma damita, ya presidenta de Morena, en Facebook le preguntó un tal Héctor Monter: “¿(…) el partido que representa pretende integrar a México a la Revolución Bolivariana y llevar a México el sistema socialista-comunista (…) con Cuba, Bolivia, Venezuela y Nicaragua?”, y la respuesta escrita, fue: “Así es”.
El 21 de octubre de 2017, el entonces integrante de la Dirección Nacional de Morena, Héctor Díaz Polanco, declaró: “Digámoslo directo, la integración de México en la revolución bolivariana, eso haría a mi juicio una gran diferencia con la situación que tenemos ahora. Necesitamos ampliar esa revolución”. Y añadió: “Por ello es tan importante el trabajo que va a hacer Morena en términos de transformar a México”. Clarito.
Dirá alguno que eso fue antes cuando Morena ni era gobierno, que las cosas cambian y que el Pejestorio nunca apoyó a Maduro. Mala memoria, el señor que no vive en Palenque, ya siendo Presidente de México, trajo tres veces a México al tipo ese (1 de diciembre de 2018; el 18 de septiembre de 2021; y 22 de octubre de 2023).
Más para acá, el 29 de julio de 2024, Gabriel Barajas, director del Instituto Nacional de Formación Política de Morena felicitó a Maduro “por su triunfo democrático en las urnas” (desvergonzados); y agregó: “El legado histórico del Comandante Hugo Chávez vive y el progresismo avanza en la Patria Grande”.
El mismo 29 de julio, la secretaria general de Morena, Citlalli Hernández, puso en X: “Impresionante la manera rabiosa en la que la derecha continental se activó de manera organizada en redes sociales, presencialmente, en las embajadas y en la narrativa para tratar de influir en la elección de Venezuela”.
Ya en este año, el 24 de septiembre, se instaló en la Cámara de Diputados el Grupo de Amistad México-República Bolivariana de Venezuela.
Mal asunto andar enredando a nuestro país con una dictadura y coqueteándole al castro-chavismo que no de balde acusan los EUA de complicidad con el narco… ¡ah!, igualito que a nosotros cuando el 1 de febrero de este año, la Casa Blanca, por escrito dijo:“(…) las organizaciones mexicanas de narcotraficantes mantienen una alianza intolerable con el gobierno de México. El gobierno de México ha proporcionado refugios seguros para que los cárteles (…).
Para que no queden dudas, el 28 de noviembre de2024, Maduro en su podcast Maduro Live De Repente, agradeció a Claudia Sheinbaum su apoyo y cerró diciendo: “Solidaridad con solidaridad se paga, amor con amor se paga”.
Dime con quién andas…