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Más babas / La Feria

Más babas / La Feria
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Sr. López

Todos sabemos al menos lo más gordo del fin de la dinastía Románov en Rusia -Romanov o Romanoff, da lo mismo-, que igual el zar Nicolás II perdió el poder en febrero de 1917 para que luego, en abril, Alemania le hiciera a Rusia la bromita pesada de mandarle a Leninquien junto con sus malhechores, consideró que era un detalle simpático, asesinar al Zar, su esposa, sus cuatro hijas, su hijo, la dama ayuda de cámara de la Zarina, al criado personal del Zar, al médico de la familia y a la cocinera (pobre señora, no debe haber cocinado tan mal).

La dinastía Románov era más sólida que el SAT y más seria que un cobrador de la American Express. Rusia tenía zares desde hacía 370 años y casi todo el tiempo, 304 años, fueron de la familia Románov (la dinastía se oye mejor).

En esos entonces, su caída era impensable, además de que don Nico, no lo hacía tan mal (en economía tenía un rosario de éxitos); sí se dice mucho que la población las pasaba canutas y es cierto, pero era asíen la mayor parte del mundo, eran los tiempos.

Cuando fue coronado Zar en 1894 (cuenta el laureado historiador Orlando Figes), Nicolás le confió a un allegado: “No estoy preparado para ser zar (…) no sé nada del arte de gobernar”; sí pero después de más de 20 años con coronita, creía que sabía, le había tomadoel gusto a dar órdenes.

En enero de 1905, el incapaz Nicolás II ni se enteró que un curita, Gueorgui (Jorge) Gapón, organizó una marcha para ir a entregarle unas peticiones, marcha que el Ministro del Interior ahogó en sangre (el Domingo Sangriento). Hubo 92 muertos, el Zar se enchiló, corrió al Ministro y puso a otro que no tenía idea de política (sabía de economía).

Esa marcha y esos muertos, fueron la chispa que encendió la pradera, el enojo creció, hubo desórdenes, asesinaron a un tío de Nico, la cosa se descompuso mucho y en 1914 al meterse en la Primera Guerra Mundial, el rechazo del pueblo fue general.

Lo que aquí interesa es que el zar Nicolas II, pensaba que las peticiones populares eran babosadas de una minoría descontenta, soliviantada por malas influencias. Luego, cuando quiso corregir, ya era tarde, perdió, perdió todo y más perdió Rusia:

Si hubiera atendido las justas demandas populares, ahí seguirían gobernando los zares, igual que siguen con reyes en el Reino Unido, España y otros ocho países de Europa. Le hubiera ahorrado a su patria algunas amarguras como la dictadura del monstruo Stalin (20 millones de muertes por su brutal represión), y sin comunismo, Hitler no los hubiera invadido. En fin, no hagamos futuribles, menos con el pasado. Pasó lo que pasó pero quedemos claros: fue por falta de oficio político. Punto redondo.

Sin dramatizar ni sacar las cosas de su debida proporción, este menda no sabe y tampoco doña Sheinbaum, si el movimiento de campesinos y transportistas, que piden seguridad, precios justos y que no les cambien a la mala la ley del agua, puede ser o es la chispa que encienda una conflagración nacional.

Hay mucho descontento y muchos descontentos. Si se sigue manejando mal el conflicto, no sería raro que se aglutinaran con los campesinos y transportistas, colectivos, asociaciones, organizaciones civiles, universidades, clases medias, incluso partidospolíticos, hasta conseguir la masa crítica necesaria para reventar el proyecto único de la Cuarta Transformación: mantenerse en el poder por décadas.

De la tarde-noche de antier a la madrugada de ayer, los representantes de campesinos y transportistas que tienen más de 52 bloqueos carreteros en más de 14entidades del país, estuvieron en la Secretaría de Gobernación, buscando un arreglo. Los atendió un subsecretario. Muy atinado.

Ya antes, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, había descalificado el movimiento y amenazó a sus líderes con averiguaciones abiertas por la Fiscalía (luego, doña Sheinbaum dijo que no, que eso no… ¡vaya!).

No parece darse cuenta la Presidenta de que la tal Rodríguez no trabaja para ella, trabaja para el Señor de Badiraguato, que la puso en el cargo a sabiendas de que no tiene la calificación para estar al frente de la política interior del país, pero le es leal al prócer chancla pata de gallo.

Doña Rodríguez es licenciada en periodismo, en la CdMx fue secretaria de Desarrollo Social, directora general del Instituto para la Atención de los Adultos Mayores y coordinadora de Comunicación Social de la Asamblea Legislativa; en el infausto sexenio pasado fue una fugaz coordinadora General de Puertos y secretaria de Seguridad, con los pésimos resultados que son públicos. Además es coautora de libros sobre el cuidado de los viejitos. Ahora tiene la política interna del país en sus manos. A todo dar.

El subsecretario que atendió a los líderes, fue el de Gobierno, César Yáñez, tal vez la persona de más confianza del Pejehová.

Es otro inútil para esos menesteres. Licenciado en Comunicación, en la CdMx fue director de Comunicación Social; coordinador de Comunicación Social en la campaña presidencial del Pejeremías en 2006; lo mismo en la segunda campaña, la de 2012; secretario de Comunicación, Prensa y Propaganda de Morena; de 2018 hasta el 29 de junio de 2022 fue Coordinador General de Política y Gobierno del gobierno federal y de junio de 2022 a febrero de 2024, subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos. Y ese es el que NO atendió a los líderes campesinos y transportistas.

Aunque usted no lo crea, diría Ripley, su texto servidor escucho las largas horas de conversación de este inútil del César con esos líderes. De pena ajena. O se doblaban o no había más mesas de diálogo para y nada más para “aclarar sus dudas”. Los líderes firmes en pedir propuestas de solución, el Cesarín, firme en que quitaran primero los bloqueos y luego con mucho gusto les “aclaraba” sus dudas. Lo mandaron a volar.

Campesinos y transportistas tienen razón en sus exigencias. La Presidenta debería dejar su estrategia, los incendios no se apagan con discursos, frases hechas ni con más babas.

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