Gobierno-pueblo, “uno solo”, dice Sheinbaum; protesta Gen Z termina con más de cien heridos
* La presidenta atribuyó las movilizaciones violentas a grupos opositores, mientras miles de jóvenes reclamaron mayor seguridad en diversas ciudades
La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que su gobierno mantiene un vínculo sólido con la ciudadanía, al afirmar que en México “no hay divorcio entre pueblo y gobierno”, durante su participación en la Feria del Chocolate en Villahermosa, Tabasco. Sus declaraciones se dieron en medio de las protestas realizadas el fin de semana en varias ciudades, que terminaron en enfrentamientos.
De acuerdo con autoridades capitalinas, las movilizaciones convocadas principalmente por grupos juveniles dejaron al menos ciento veinte personas heridas, la mayoría agentes de policía. Las protestas fueron encabezadas por jóvenes de la llamada “Generación Z” y contaron con la participación de ciudadanos que exigieron atención a casos recientes de violencia, entre ellos el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo.
Sheinbaum señaló que detrás de estas manifestaciones hay actores políticos que buscan desestabilizar al país. Aunque no mencionó hechos específicos, llamó a rechazar cualquier intento de generar violencia y reiteró que México es un país “libre, independiente y soberano”. También insistió en que la ciudadanía ha respaldado las políticas de la llamada cuarta transformación, como los programas de bienestar, el incremento salarial y la generación de empleos.
Las protestas más fuertes ocurrieron frente al Palacio Nacional, donde manifestantes retiraron parte del vallado de protección y la policía utilizó gas lacrimógeno. Según la Secretaría de Seguridad de la Ciudad de México, veinte personas fueron detenidas por robo y agresión durante los enfrentamientos.
Mientras tanto, la presidenta defendió los avances de su administración y sostuvo que el país seguirá mejorando gracias al apoyo social. Recordó que en meses recientes el empleo formal alcanzó niveles históricos y subrayó que su gobierno mantiene una estrategia para atender la inseguridad, aunque sin regresar a políticas de confrontación frontal contra los grupos delictivos.