Sr. López
Tía Luisita era una santa y su marido un insoportablemacho mandón, grosero y panzón. Tenían 47 años casados, cuando el Buen Dios dispuso que el tipo pasara al definitivo estado de fiambre. ¡Bendita la hora! Su hija mayor, Luisa, estaba casada con uno muy parecido a su papá y la tía le dijo que mejor lo dejara, pero la nena contestó que ella había aguantado toda la vida, y le dijo: -Sí, pero tu padre me tenía como una reina -era cierto, gran casa, coche con chofer, cinco sirvientas; en cambio el de su hija era un vago pobretón. Acabó dejándolo… ya tarde, con la vida hecha garras. Ni modo.
Ayer Bolivia le dio portazo a casi 20 años de gobierno socialista. Ganó la presidencia en segunda vuelta el Partido Demócrata Cristiano, con 54.53 % de los votos. El partido del Casco de Pelos, Evo Morales, Movimiento al Socialismo (MAS), en la primera quedó fuera con el 3.17%.
MAS tuvo el poder largos años, no porque los bolivianos sean rabiosamente de izquierda ni tarugos, claro que no: el Casco de Pelos daba resultados y el Producto Interno Bruto (PIB), con él, creció en promedio el 5% anual y el PIB por cabeza (per cápita), entre 2005 y 2013 creció ¡al doble!, con datos del Fondo Monetario Internacional (FMI). En 2009, el Banco Mundial sacó a Bolivia de la lista de países de ingresos bajos y lo pasó al grupo de países de ingresos medios.
El tal Evo ganó la presidencia de Bolivia tres veces en 2005, 2009 y 2014. Lo echaron del poder (porque lo echaron), el 10 de noviembre de 2019 (gobernó 13 años y tres meses), por intentar con trampas volver a reelegirse y las fuerzas armadas le sugirieron que tomara las de Villadiego. Y muy a su pesar, huyó.
En 2020, ganó la presidencia de Bolivia, Luis Arce,también del MAS, quien fue ministro de Economía y Finanzas Públicas del Evo, y se le atribuye el mérito de ese crecimiento envidiable. Bueno en su gobierno todo se le desmoronó.
Las medidas izquierdistas (socialistas) del Evo, hoy tienen a Bolivia en recesión económica; ni modo, regalar dinero y querer mangonear la realidad nunca da buenos resultados: ahora no tienen divisas (dólares) ni para sus importaciones, sufren una muy severa escases de combustibles y su inflación anda en el 24% anual. Sí, el socialismo revanchistalatinoamericano, no da resultados.
En Brasil tienen resultados con el izquierdista Lula da Silva en el poder, sí, pero ahí se respetan las elecciones y la propiedad privada; su economía es mixta capitalista y democrática. Sí van requetebien: surégimen no es socialista.
En México el crecimiento del PIB durante primer piso de la transformación nacional, fue del 0.8% promedio anual… y el FMI apenas este 10 de octubre, primer año del segundo piso, elevó su previsión de crecimiento para el PIB mexicano al… 1%. Es raquítico pero los cuatroteros echaron las campanas al vuelo, sin ver que aún con esa “magnífica” noticia, México queda en el tercer peor lugar de crecimiento económico de toda Latinoamérica, superando solo a Haití y Venezuela, debajo de… ¡Bolivia!
La izquierda en general, va en retroceso. En Europa el socialismo no es de huarache y revancha, y pierde cada vez más países: en Italia desde 2022 con la “extrema derecha”; en los Países Bajos (ya no le diga Holanda), el año pasado con otro partido de “extrema derecha”; en Eslovaquia, en 2023 ganó el antes partido de izquierda populista (Dirección-Socialdemocracia), ahora populista de derecha; en Portugal el año pasado el partido socialista perdió la mayoría; en Alemania hace años la izquierda sufre notables pérdidas de apoyo popular.
No se deje vacilar con eso de que los países del norte de Europa, Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia e Islandia, son socialistas. No es cierto. Son democracias liberales, con economías de mercado capitalistas, con respeto casi religioso por la propiedad privada y un fuerte estado de bienestar, sí, que pagan con sus inmensos impuestos, todos contentos porque para ellos los impuestos son una inversión. En el año 2021, los cinco tenían gobernantes socialistas (a la europea), y ya van de regreso: en Suecia, en 2022, ganó una coalición de derecha; y en Finlandia en 2023lo mismo. Pero esos países son harina de otro costal, ni compararnos.
Último comentario sobre esto de la izquierda en reversa: el triunfo del fétido Trump, confirma que la llamada “derecha”, está de regreso por sus fueros.
Habrá notado usted (que no se le va una), que este menda ha escrito “extrema derecha”, así, con comillas, no solo porque eso de la topografía política ya está muy pasado de moda, con muchos partidos y gobiernos en un centrismo de difíciles distinciones, sino porque alguien dijo (no se pone la cita por mala memoria, no por pirateo de ideas), que “Extrema derecha es un invento de la izquierda que quiere monopolizar lo que está bien y es correcto”. Es tan cierto.
Acá en nuestro barrio, la izquierda no va bien, deje usted los desfiguros y barbaridades de Cuba, Nicaragua y Venezuela, sino porque está pierde y pierde gobiernos, al menos en Argentina, con Milei en 2023, que tiró décadas del izquierdismo tanguero del peronismo y del bandido kirchnerismo; en Ecuador con Daniel Noboa en 2023; en Panamá en 2024; y ahora en Bolivia.
¡Ah!, por cierto, si está usted preocupado por el izquierdismo de los cuatroteros en general y de la Presidenta en particular, no se apure, están perfectamente alineados con los EUA, vía T-MEC, del que depende nuestra economía; con el FMI, el Banco Mundial y el Foro Económico Mundial, el de Davos, que no puede ser más de derecha, capitalista y enemigo de la izquierda, al que recibió en Palacio la señora del segundo piso, apenas el 8 de octubre de este año, y les expuso “el optimismo de su gobierno en su relación con sus socios comerciales de América del Norte, Estados Unidos y Canadá”.
Todo en orden, no se preocupe de más. Que se preocupen ellos, los cuatroteros porque nomás no dan una y no levantan la economía, a diferencia del tal Evoque él sí pudo y aun así acabó donde está: en el basurero.