Guillermo Ochoa-Montalvo
Querida Ana Karen,
Siempre cuando viajo a cualquier ciudad busco de inmediato, información sobre su historia, personajes, atractivos, costumbres, tradiciones y todo tipo de datos que me conduzca a comprender el entono físico y humano del lugar. Al llegar a vivir en Comitán la primera persona a quien le consulté me recomendó leer a Alejando Molinari. La segunda, tercera y décima persona me lo recomendaron señalándolo como un cronista natural; otros se refirieron al uso de los modismos, regionalismos y hasta arcaísmos comitecos que él preserva orgulloso de su origen, me comentaron otros; “escribe cartas y desde ahí relata la historia de Comitán”. Ese dato me interesó. Todos los caminos conducen a Molinari, así que algo interesante tendrá. Nadie se equivocó.
Desde entonces seguí sus cartas y sus grabaciones. Me encontré la primera donde mencionaba aquella frase de “hechos, no palabras” y aclaró: “a nosotros no nos va dicho lema, nosotros creemos en las palabras; lamámoslas palabras, yo con las palabras, hacemos hechos. Los hemos durante muchos años. A todos los lectores de Arenilla, les regalamos cientos, miles; muchos miles de palabras. Con las palabras, hemos formado un enormísimo árbol. Nuestros lectores estiran los brazos y descuelgan frutos que saborean, que nutren sus espíritus. ¡Sì, amamos las palabras! ¡Sembramos las palabras!”. Con estas palabras despedía el año 2020 y le daba la bienvenida al 2021.
Me aficioné a las Cartas a Mariana donde encontré respuestas a mis preguntas y a otras que nunca formulé. Pero en cada carta descubría al cronista contemporáneo que no se limita a narrar la historia remota que ya han recogido historiadores, cronistas, investigadores en múltiples ocasiones. Molinari narra hechos del Siglo XX y XXI principalmente con el estilo propio que le caracteriza a quien conoce el poder de la palabra y los amplios permisos literarios que concede el género epistolar.
Dora Patricia aparecía en otras publicaciones siendo una jovencita de grandes dotes con una voz cuya tesitura, tono y timbre es inconfundible. Quien escucha a Alejandra Guzmán no necesita verla para saber de quien se trata; lo mismo sucede con Dora Patricia, la escucho y la reconozco de inmediato. La frescura, calidez, claridad, firmeza y perfecta dicción habla de la apasionada bibliófila que habita en ella. Ambos junto con el hermano de Paty, conforman un gran equipo en Arenilla.
A través de las Catas a Mariana y sus grabaciones supe que la agradable colonia Miguel Alemán fue creada a mediados del Siglo XX; conocí a personajes emblemáticos como Oscar Bonifaz, Lolita Albores; a políticos como Gómez Aranda; Roberto Albores, Jorge de la Vega; pero también al bolero, al nevero del parque, a docentes famosos como Marianos N. Ruiz; o a sacerdotes de las iglesias de los distintos Barrios de Comitán, porque es su privilegio presentar a quien se encuentra en sus paseos por las calles de la ciudad. Conocer las festividades de este Pueblo Mágico en los relatos de Molinari es sentirlos en carne viva, porque sin ser un experto en varias disciplinas, lo es en el dominio de la palabra. En lo personal, considero que aún cuando no hubiese estudiado la carrera de letras, el gen de la palabra lo trajo de nacimiento.
A principios del 2025, con motivo de la celebración del 100 aniversario del natalicio de la ilustre escritora Rosario Castellanos, Alejandro y Paty Espinosa se dieron a la tarea de difundir las cartas de Rosario Castellanos recientemente reeditadas; pero él conserva la publicación original y aunque ese libro ya muestra evidencias del paso del tiempo eso lo convierte en una joya de colección. A través de estas lecturas conocimos el aspecto humano, sensible y contratante de la mujer fuerte, feminista, valiente, sarcástica y crítica al publicar sus notas en el periódico Excelsior desde 1966. Cada viernes sin falta, ambos leen las cartas, las analizan, se responden a la dudas que les saltan o indagan en el santo Google, los vacíos de información que deja la célebre autora. Así, como lo mencionan ellos, han recogido datos como piezas de rompecabezas que han armado a través de más de 42 emisiones semanales de estos Postcasts que uno quisiera que no terminaran.
Con ese estilo peculiar de narrar, Alejandro Molinari y Dora Patricia, Espinosa abrieron la 12a. Feria Internacional del Libro UNACH 2025, celebrada los días 14 y 15 de octubre en esta ciudad de Comitán ante un nutrido público de jóvenes y adultos que veía al Maestro Molinari desplazarse de un lado a otro del escenario gesticulando de pies a cabeza como un actor teatral mientras su voz llenaba los rincones del auditorio sin necesidad del micrófono que seguramente, le restaría libertad de movimiento.
Ante el público expresó su orgullo de pertenecer a la UNACH y de igual forma, al Colegio Mariano N. Ruiz. Exhortó a los estudiantes a valorar su paso por el bachillerato y la universidad porque esa es la historia que recordarán el día de mañana con gran orgullo.
Y sin que nadie lo esperase, la pantalla se cubrió de pronto con las imágenes de los episodios semanales de la Epístola de Rosario Castellanos con los cientos de cartas dirigidas a Ricardo Guerra. Era como escuchar un chisme de vecindad; un chisme interesante sin intrigas, mentiras, rumores, engaños; sin mala fe; ni medias verdades. Solamente el chisme al que nos dedicamos los periodistas, historiadores, investigadores y demás curiosos del mundo a fin de desentrañar incógnitas y difundirlas para llegar a la verdad.
En la pantalla aparecían las imágenes del maestro Molinari y Paty; las fotografías memorables de Rosario Castellanos y otros personajes testigos de la historia, junto con los paisajes del Comitán de ayer y hoy. El típico léxico cositía se hacía presente en cada escena con un gran sentido del humor sin perder la seriedad de la crómica y mucho menos, el respeto a la célebre autora de la obra Balùn Canan publicada en 1957 cuando ella tenía 32 años y el maestro Molinari estaba naciendo.
Al concluir el audiovisual, Paty tomó el micrófono explicando la importancia de conocer la obra y vida de los autores para comprender el contexto de los libros. Paty abundó en la dualidad de Rosario Castellanos: mujer de letras y mujer humana. Las Cartas de Rosario reflejan en su escritura a la artista y periodista que supo hacer uso de la palabra y al mismo tiempo, expresar su Ser de mujer desde lo más íntimo como la mejor autobiografía como la calificó Paty. Pensamiento y sentimiento se unen para reconocer la estatura internacional de Rosario Castellanos en todos los ámbitos de su vida.
Los programas de la revista Arenilla de cada viernes leyendo la Epístola de Rosario Castellanos abre enormes ventanales al conocimiento de la autora en sus diferentes etapas de su vida y nos invita a reconocer su enorme talento como una cuestión de amor.
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