* La presidenta informó que 75 personas permanecen desaparecidas mientras continúa el despliegue de auxilio en los municipios más afectados
La presidenta Claudia Sheinbaum continuó este martes su recorrido por las zonas más afectadas por las lluvias torrenciales registradas la semana pasada en el país. Durante su visita al municipio de El Higo, Veracruz, supervisó los avances de los censos y la entrega de apoyos a la población, acompañada por personal de la Marina, la Defensa Nacional y el director general del IMSS-Bienestar, Alejandro Svarch Pérez.
Sheinbaum confirmó que hasta el momento se han contabilizado 66 personas fallecidas y 75 desaparecidas en cinco estados, entre ellos Veracruz e Hidalgo, este último con los mayores daños en infraestructura. Además, señaló que el gobierno federal habilitará un micrositio para actualizar diariamente las cifras de víctimas y avances en la atención de las comunidades.
En su gira, la presidenta informó que los trabajos de emergencia incluyen el traslado de víveres, medicamentos y personas afectadas, así como el desalojo de agua acumulada y el suministro de agua potable. Las acciones han beneficiado a más de 244 mil personas, con la distribución de más de 314 mil litros de agua y la remoción de más de un millón de metros cúbicos de agua anegada.
Pese a que las carreteras hacia la cabecera municipal de El Higo ya fueron habilitadas, persisten comunidades incomunicadas, por lo que la Marina continúa accediendo por vía aérea para entregar alimentos y agua. Rocío Nahle, gobernadora de Veracruz, confirmó que la prioridad sigue siendo garantizar la atención médica y el abasto en las zonas rurales.
En municipios como Poza Rica, las afectaciones siguen siendo graves. Varias calles permanecen cubiertas por lodo y basura, y habitantes denuncian retrasos en el levantamiento de escombros y en la recuperación de cuerpos. “Esto se ve peor que hace una semana, no hay paso”, lamentó una vecina que logró evacuar a su familia durante la inundación.
Sheinbaum reconoció que tras la emergencia será necesario revisar los protocolos de alerta y los programas de mantenimiento de ríos, como el Cazones, que alcanzó niveles de hasta cuatro metros de agua en algunas zonas. También anunció el inicio de campañas de fumigación para evitar brotes de dengue y otras enfermedades derivadas del estancamiento del agua.
El gobierno federal mantiene el despliegue de soldados, marinos y equipos civiles en los estados más afectados, con el objetivo de restablecer la electricidad, abrir caminos y controlar el nivel de las presas que aún se encuentran al límite de su capacidad.