* El presidente estadounidense afirmó que sería “un honor” usar la fuerza contra los cárteles; el gobierno mexicano asegura que no existen indicios de una acción militar
Tras los recientes bombardeos de Estados Unidos a embarcaciones frente a Venezuela, el presidente Donald Trump insinuó que podría ampliar su ofensiva antidrogas hacia otros países, incluido México, donde operan algunos de los grupos criminales más poderosos del mundo.
En un reportaje publicado este domingo, The New York Times expuso que la administración Trump ha planteado la posibilidad de actuar militarmente contra los cárteles mexicanos, aunque funcionarios de ambos países negaron que existan planes inmediatos de intervención.
Tres altos funcionarios del gobierno de México, entrevistados bajo condición de anonimato, señalaron que no hay preocupación por un ataque unilateral, ya que la cooperación bilateral en materia de seguridad y migración ha fortalecido los vínculos entre ambas naciones. Uno de ellos, sin embargo, reconoció que los bombardeos en el Caribe generan “una preocupación a largo plazo” sobre un posible cambio de estrategia.
En Washington, dos funcionarios estadounidenses confirmaron que la prioridad de la Casa Blanca es mantener la colaboración con México. Uno de ellos aseguró que las amenazas de Trump han impulsado al gobierno mexicano a intensificar su combate a los cárteles, lo que elimina por ahora la necesidad de una acción militar directa.
Durante una conferencia en mayo, Trump dijo que “sería un honor” emplear fuerzas estadounidenses contra los narcotraficantes, a quienes calificó como “enemigos de la nación”. Pese a la retórica, la administración estadounidense ha insistido en que cualquier operación se realizará “en coordinación con el gobierno mexicano”.
La presidenta Claudia Sheinbaum reiteró que México no permitirá ninguna intromisión extranjera. “El pueblo de México bajo ninguna circunstancia aceptará intervenciones o violaciones a su soberanía”, declaró el domingo en un acto público.
Incluso los propios grupos criminales restaron importancia a una posible intervención. Miembros del Cártel de Sinaloa dijeron al Times que no temen una ofensiva estadounidense y que su atención está centrada en los conflictos internos entre facciones rivales.
En su primer año de gobierno, Sheinbaum reportó la detención de casi 35 mil personas por delitos de alto impacto y la destrucción de más de mil 600 laboratorios de drogas, además de una reducción de homicidios y cruces migratorios ilegales.
Analistas consultados por el diario advirtieron, sin embargo, que México podría estar confiando demasiado en la diplomacia frente a un presidente estadounidense impredecible. Aunque más del 60 por ciento de los mexicanos se opone a una intervención militar, en algunas regiones afectadas por la violencia ciertos sectores consideran atractiva la idea de que Estados Unidos actúe directamente contra los cárteles.