* El aumento en precios de alimentos y educación impulsó el alza; analistas prevén que el banco central mantenga cautela en próximos recortes de tasa
La inflación en México registró un repunte por segundo mes consecutivo y se ubicó en 3.76 por ciento anual en septiembre, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Aunque el incremento se debió principalmente al alza en precios de alimentos y servicios educativos, el indicador se mantiene dentro del rango objetivo del Banco de México (Banxico), de 3 por ciento más/menos un punto porcentual.
De acuerdo con el reporte del Inegi, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) tuvo un avance mensual de 0.23 por ciento. El resultado se ubicó ligeramente por debajo de las previsiones del mercado, que esperaban una inflación cercana al 3.8 por ciento, según estimaciones de firmas financieras consultadas por Reuters y Citi.
Entre los bienes y servicios con mayores incrementos destacan el chile serrano (17.6%), el tomate verde (12.9%), la educación primaria (6%), la educación universitaria (1.8%) y la carne de res (0.9%). En contraste, los servicios profesionales (-15.4%), el aguacate (-11.3%), la lechuga y col (-7.9%) y la naranja (-7.7%) mostraron reducciones mensuales.
El Inegi reportó además que la inflación subyacente, que excluye productos de alta volatilidad y guía las decisiones de política monetaria del Banxico, aumentó a 4.28 por ciento anual, impulsada por un incremento de 4.36 por ciento en servicios y de 4.19 por ciento en mercancías. Por su parte, la inflación no subyacente, que incluye productos agropecuarios, energéticos y tarifas reguladas, subió a 2.02 por ciento.
Pese al repunte, la inflación se mantiene dentro del rango del Banxico, que en septiembre redujo su tasa de referencia a 7.5 por ciento, su nivel más bajo desde 2022. La institución ha recortado 250 puntos base en lo que va del año y ha señalado que las futuras decisiones dependerán del comportamiento de los precios y otros factores económicos.
Analistas advierten que los próximos reportes de inflación serán clave para definir el rumbo de la política monetaria, en un contexto en el que persisten presiones externas y riesgos derivados de las tensiones comerciales internacionales.