Guillermo Ochoa-Montalvo
Querida Ana Karen,
Mas que una arena de box o lucha libre, el Congreso es un circo a tres pistas. Desde la época de a Revolución Mexicana hemos visto episodios de insultos, discusiones acaloradas, platitos, golpes y hasta homicidios dentro del Congreso. Nada nuevo ni sorprendente. Sin embargo el episodio reciente del Alito con el señor de la Ñ, rompió todos los récord de taquilla y espectacularidad al hacerse viral el video, para convertirse en el escándalo más visto en los últimos 80.
¿Vergüenza ajena?, para uno, sí, Para ellos, pues no. Primero porque nacieron sin vergüenza los sinvergüenzas y así ha sido el oficio de este par de “legisladores” ¿Enojo?, pues no. A todos nos divierten los payasos vestidos de traje; los malabarista con su palo de grabación que de pronto cae y hasta el cuello se lastiman como gajes del oficio. ¿Risa?, sí, y hasta la última carcajada. ¿Lástima? Pues también cuando se dice que esa es la “democracia” en México tan morena como el lodo mismo.
Una compañera periodista difundió la nota de otro columnista que pone el dedo en la llaga: “Yo ya quiero ver -durante varias semanas- las reuniones en donde van a victimizarse con todo y plañideras . Pero más me URGE ver cómo van a justificar el salario que le pagan al poli-contundido Emiliano González ( la víctima). Me enteré de que no tiene contrato ni aparece en la nómina … y aquí empieza el baile del dinero y su origen”. Si seguimos la huella del dinero, todo llega al pozo de la corrupción, desvío de dinero, gastos injustificados, prebendas, y eso sí, no es común en los mejores circos del mundo.
Los “pleitos” entre congresistas a lo largo del siglo XX y hasta la actualidad son innumerables. En esta ocasión, ¿que desató la ira de los dos payasos quienes cambiaron el chipote chillón por los puños? Ese cruce de palabras solamente lo sabrán los cercanos que se encontraban en el escenario entonando el himno nacional. Y como los de Morena toman a la oposición como esos “masiosares”; muy patriotas llegaron a la estrofa de “Más si osare un extraño enemigo / profanar con su planta tu suelo (Congreso), / piensa ¡oh Patria (Senado) querida! que el cielo / un soldado en cada hijo (morenista) te dio”. Y como llevamos más de 6 años escuchando que los mexicanos se dividen entre chairos y enemigos, pues los moquetazos entre payasos no se hicieron esperar, porque uno de ellos, no pertenece a este circo.
Los pleitos en los Congresos provocaron la muerte del Senador chiapaneco, el doctor Don Belisario Domínguez a quien secuestraron, mataron y le cortaron la lengua en un acto incalificable dentro de los excesos criminales. Sin embargo, México no es dueña de la patente de estos circos de sangre, Desde que se estableció el primer Congreso en los Estados Unidos en 1789, catorce de sus miembros murieron mientras ejercían el cargo y diecisiete sufrieron heridas graves a causa de atentados. Los miembros del Congreso, heridos o muertos, fueron a causas de sus ideas divergentes.
En México, durante el período de 1910 a 1928, las riñas eran la constante en el Congreso donde las discusiones y golpes entre carrancistas y obregonistas se originaban en la elaboración y modificación a las leyes; pero sobre todo, la lucha por el poder, condujeron a la muerte a ambos.
Las riñas más memorables se entablaron en el Congreso, antes y después con el PRI y el PAN, se dieron al discutir las políticas públicas sobre educación y las relaciones con la iglesia. En ese entonces, se les llaman contendientes; no como hoy, que se les trata de “enemigos”, separando a los mexicanos.
Durante la hegemonía del PRI, este ejerció un notable control sobre los Congresos. A pesar de ese control, se registraron momentos de gran tensión y descalabros con la oposición que buscaba mayores espacios de participación y debate.
Al circo del PRI y PAN, se sumaron en los años 70 otros partidos de oposición intensificando las riñas, pleitos y peleas entre legisladores donde unos defendían la Constitución y otros luchaban por derechos sociales para incluir la educación laica, gratuita y obligatoria, el derecho al trabajo. Después fueron los debates sobre la nacionalización de la tierra y los recursos naturales, así como las reformas en la distribución de la riqueza, también han sido temas de profunda división entre los congresistas que ha conducido a instalar el ring en el Congreso con sus respectivas porras.
Este miércoles 27 de agosto de 2025 en la Reunión Permanente de los diputados y senadores federales, se registró una pelea en las instalaciones de Xicoténcatl, entre el senador Alejandro ‘Alito’ Moreno y su homólogo Gerardo Fernández Noroña. Ambos luchadores enmascarados de soberbia y arrogancia suelen protagonizar grandes espectáculos de risa, sorpresa, coraje y demasiado engaño con golpes y caídas fingidas.
Según algunos observadores, la gresca inició cuando Noroña le negó la palabra a Alito. Este subió al estrado y después de entonar el himno nacional se hicieron palabras. “Yo lo confronté porque es un cobarde”, dijo Alito.
En el Congreso de Chiapas el 5 de diciembre de 2024, dos diputados del PVEM se agarraron a golpes dentro de una sala. Se trató de Ismael Brito Mazariegos quien recibió golpes de Eduardo Zenteno, al parecer antes habrían tenido una acalorada discusión.
En la Ciudad de México, en diciembre de 2022, los diputados Jesús Sesma del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Jorge Gaviño del Partido de la Revolución Democrática (PRD) protagonizaron un enfrentamiento físico en los pasillos del Congreso por diferencias sobre la Ley de Bienestar Animal. Gaviño empujó y Sesma respondió con una patada.
En el Congreso de Estado de México en febrero de 2022, diputados del Estado de México, Mario Ariel Juárez (Morena) y Francisco Santos (PAN),se enfrascaron en una acalorada discusión y se retaron a golpes durante una sesión sobre el tema de los poncha llantas.
El 13 de noviembre de 2019, en la Cámara de Senadores se registró un conato de pelea debido a que se tomaría la protesta de la titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH); sin embargo, a Gustavo Madero lo tiraron al piso, al querer tomar la tribuna.
Otras grandes funciones de lucha callejera fue motivada por las reformas de Peña Nieto en 2013 entre congresistas del PRI y PRD. En diciembre de 2013, las mujeres se subieron al ring. La diputada del PRD Karen Quiroga y la priísta Landy Berzunza intercambiaron golpes. Las mujeres reclamaron su lugar en las peleas.
Durante la toma de protesta de Calderón, Berzunza resultó con una lesión en la retina. Diputados del PAN y del PRD se enfrentaron físicamente: bloquearon la tribuna con vallas humanas, se lanzaron puñetazos y empujones. Algunos terminaron en las escaleras e incluso con gas lacrimógeno.
Humberto Roque Villanueva se hizo famoso con la Roque-Señal que ahora, le copian todos del legisladores. Podría enunciar muchos e inumerables episodios donde al acabarse los argumentos se responde con golpes y homicidios, pero el espacio no lo permite. Sin embargo, Ana Karen, debo decirte que circo siempre será una cuestión de amor.
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