* Aunque los institutos políticos respaldaron las medidas, algunos expresaron preocupación por una posible integración de la CURP biométrica
El Instituto Nacional Electoral (INE), a través de su Comisión Nacional de Vigilancia, aprobó este lunes una propuesta para reforzar la seguridad de la credencial para votar mediante la incorporación de nuevas tecnologías y elementos táctiles. El proyecto será turnado al Consejo General para su discusión y posible aprobación en próximas sesiones.
Entre los cambios propuestos se contempla colocar una segunda fotografía a color en el reverso, actualizar los códigos QR, incorporar una muesca táctil para personas con debilidad visual y sustituir la tinta ópticamente variable por una termocromática o infrarroja. Además, se mantendrían varios elementos actuales como el grabado láser táctil y patrones de seguridad visibles bajo luz ultravioleta.
Alejandro Sosa, presidente de la Comisión, señaló que el objetivo es mantener la credencial como un documento confiable tanto para la identificación como para el ejercicio del voto, evitando riesgos de falsificación o alteración. “Se busca fortalecer la credencial, que sea segura y confiable”, indicó.
Representantes de todos los partidos políticos respaldaron de forma unánime la propuesta. Sin embargo, algunos expresaron inquietudes sobre el uso de una posible CURP biométrica como documento alternativo de identificación, ya que podría afectar el proceso de actualización del padrón electoral.
Justo López, representante del PRI, advirtió que implementar la CURP biométrica podría poner en riesgo la emisión anual de hasta 16 millones de credenciales y abrir la puerta a retrocesos en materia electoral si se devolviera el control del padrón a otras instancias, como ocurrió en el pasado con la Secretaría de Gobernación.
Por su parte, la consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei, aclaró que actualmente no existe ninguna solicitud formal del gobierno federal para acceder al padrón ni sustituir la credencial por la CURP. Afirmó que cualquier decisión al respecto tendría que ser colegiada y garantizó la defensa de los datos personales contenidos en la lista nominal.
El INE emite alrededor de 15 millones de credenciales al año, con una vigencia de 10 años, lo que obliga a una renovación constante para mantener actualizado el padrón electoral.