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El Diluvio / La Feria

El Diluvio / La Feria
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Sr. López

Tía Rita, harta del conchudo tío Carmelo, su marido, dejó de hablarle; luego, lo echó de su recámara; después dejó de cocinar; le prohibió a la “muchacha”lavarle la ropa; y como él no se daba por enterado de nada, un día, le empacó todo. Al llegar por la noche el tío, viendo maletas y cajas, preguntó si iban a salir de vacaciones. Mejor se fue ella.

La señora de la cabeza fría, la hospedada en Palacio Nacional -antes, Palacio Virreinal; después, Palacio Imperial-, esa señora, pasó fatal el fin de semana y no es información oficial ni se lo dijo a este menda una “fuente cercana que solicitó el anonimato”, no, es una suposición, dados los acontecimientos del viernes.

Ese día se hizo oficial el enlace ante una jueza federal de Chicago, del Chapito Ovidio Guzmán López (¡otro López!), con la Fiscalía de los EUA.

El Chapito y la Fiscalía de EUA, llegaron a un acuerdo en el que se declaró culpable de los cargos que negoció con la fiscalía yanqui, a cambio de no recibir cadena perpetua; quedando de “colaborador de tiempo completo”, comprometido a proveer “información completa y veraz en cualquier investigación o preparación para juicios (…)”. Aparte, le quitaron 80 millones de dólares en propiedades que detalla el acuerdo.

Los incentivos para el Chapito son que le receten 15 años de cárcel no en un presidio sino en una instalación “especial” para testigos protegidos, y si se porta mono, canta y firma lo que le digan que cante y firme, que le den la liberación anticipada con “nueva identidad, reubicación para él y sus familiares, protección 24/7, asistencia financiera temporal y servicios médicos y apoyo para su reinserción social”.

Ya es un hecho, un hijo de Chapo papá, queda de rehén perpetuo de los EUA, y lo van a usar como les convenga; y ese joven debe saber cositas. Un abogado defensor de narcos allá, un tal Rob Heroy, comentó que lo del Chapito será “una de las cooperaciones más extremas que probablemente hayamos visto nunca en este país (…) ponen sus vidas y las de sus familias en peligro y tienen información que llega hasta lo más profundo de los carteles y el gobierno de México”. ¡Zaz!

Acá nuestra Presidenta insistió en que esos acuerdos son una birria y que lo decente era que le hubieran informado a ella, a su gobierno, Sí cómo no. Y en referencia a esa postura de nuestra Presidenta, el abogado que defiende al Chapito, Jeffrey Lichtman,declaró a la prensa, saliendo de la Corte en Chicago:

“Le diría a la presidenta Sheinbaum que tal vez debería fijarse en sus predecesores en la Presidencia y tratar de averiguar ¿por qué sucedió eso? ¿Por qué nunca se hizo ningún esfuerzo por detenerlo? (al Mayo Zambada) en lugar de actuar como la publirrelacionista, el brazo de relaciones públicas de la organización de narcotráfico de Zambada, que es lo que parece”. ¡Qué tipo!… ¡cómo se le ocurre!… la dama del segundo piso es publirrelacionista solo de su Jechu queridísimo (en que NO vive en Palenque).

Claro que de inmediato, respondió el fiscal Gertz Manero al tal Lichtman: “(…) la #FGR rechaza de manera absoluta y contundente, descalificaciones injustas e irresponsables, sin aportar pruebas (…)”.¡Menos mal!, ya aclarado eso, podemos dormir todostranquilos; no aportan pruebas (¿y si luego las aportan?… eso ya se vería después).

¡Ah!, se me pasaba, el Lichtman también declaró: “(…) numerosos testigos que comparecieron ante el tribunal en el caso del Chapo Guzmán (papá del Chapito), dejaron claro que los cárteles sobornaron al gobierno mexicano hasta las más altas esferas (…)” 

Lo bueno es que la Presidenta le contestó desde Sinaloa, donde andaba de gira y dijo que sus declaraciones: “Son irrespetuosas totalmente de la institución presidencial. No establecemos relaciones de complicidad con nadie”… mmm… ¿con nadie nadie?… eso ya lo veremos.

Pero las malas nunca llegan solas. El mismo viernes, desde Canadá donde se defiende de ser extraditado a México, el general León Trauwitz, exsubdirector de Salvaguardia Estratégica de Pemex, declaró que durante la transición de gobierno, iba a “las reuniones de los martes y miércoles”, entre septiembre y noviembre de 2018, y que entregó a Rocío Nahle “información detallada sobre el funcionamiento de redes de robo de hidrocarburos (…)”, y que “(…) confiando en la nueva administración, fui a su oficina de transición ahí en Reforma y me llevé muchísima información, creyendo que iba a poder terminar con el robo de hidrocarburos (…) nunca hicieron anda (…)”; y remató que esa información se usó: “Para robar más, para maximizarlo, es que son las evidencias, no para evitarlo”. Versión del General… sí, pero no es el jicamero de la esquina.

Es de no creerse que haya sido coincidencia que haya declarado eso este viernes negro, pero, puede ser. Y el General (ya ve usted que los militares así como que sacones no son), agregó que la delincuencia en torno al robo de combustible no se ha frenado, sino que ha crecido incluso en la actual administración, la de Claudia Sheinbaum; dijo:  

“Los huachicoleros robando con cubetas, los crucificaron porque robaban, gente humilde en los ductos con cubetas, a ellos los culpan del robo en los ductos. Pero ahora que ves los barcos, que ves sus trenes, que ves áreas inmensas con pipas y niveles grandes con combustible robado, y que muchos de ellos son funcionarias o funcionarios públicos, es grave”.

La Presidenta está haciendo un esfuerzo para convencer al gobierno de los EUA de que ya están derechos, pero la Casa Blanca no se lo toma en serio: quieren cabezas de arriba, de muy arriba, las que explican su documento oficial del 1 de febrero pasado: “(…) las organizaciones mexicanas de narcotráfico tienen una alianza intolerable con el gobierno de México. (…) Esta alianza pone en peligro la seguridad nacional de los Estados Unidos y debemos erradicar la influencia de estos peligrosos cárteles”.

Señora Sheinbaum, ya entienda. Dese por aludida. Sabe qué quieren. No se aferre. Ya vaya preparando la guillotina… eso, o el Diluvio.

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