* Mientras Nuevo León y la Ciudad de México lideran la atracción de talento e inversión, Chiapas se rezaga por falta de innovación y baja escolaridad
Redacción / Alfaro Noticias
Chiapas ocupa el último lugar en el Índice de Competitividad Estatal (ICE) 2025, elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). A pesar de registrar una baja incidencia delictiva y un nivel reducido de enfermedades respiratorias, el informe destaca que el estado enfrenta serios rezagos en innovación, educación e inversión extranjera directa, factores clave para su desarrollo económico.
El estudio clasifica a las entidades en seis niveles de competitividad, donde Chiapas es la única que figura con un nivel “muy bajo”. En contraste, la Ciudad de México y Baja California Sur permanecen en los primeros dos lugares con nivel “muy alto”, seguidas por Nuevo León, que subió una posición para quedar en tercer lugar, y Jalisco, que avanzó seis posiciones para ocupar el cuarto puesto.
De acuerdo con el instituto, Chiapas forma parte de dos regiones analizadas: Golfo e Istmo. En ambas, los desafíos son similares: baja diversificación económica, escasa innovación y un bajo grado de escolaridad. Estas condiciones limitan la capacidad del estado para atraer inversiones o integrarse a proyectos industriales como el Plan México, la estrategia federal que busca reubicar cadenas productivas y aprovechar la cercanía con Estados Unidos.
El ICE 2025 evaluó a las 32 entidades del país con base en 53 indicadores distribuidos en seis subíndices, que incluyen desde infraestructura y Estado de derecho hasta educación, salud y medio ambiente. La Ciudad de México, por ejemplo, obtuvo los puntajes más altos en diversificación económica y capacidad logística, mientras que Querétaro se consolidó como un polo de innovación en la región del Bajío.
El IMCO advierte que la falta de inversión en capital humano, innovación y desarrollo tecnológico son factores determinantes en la caída de Chiapas. Esta situación, si no se atiende con políticas públicas enfocadas, podría ampliar las desigualdades territoriales y limitar la inclusión de Chiapas en proyectos estratégicos de crecimiento nacional.
Aunque el estado ha sido incluido en proyectos estratégicos como el Corredor Interoceánico y mantiene una posición geográfica clave en el sur del país, sus indicadores actuales muestran que la competitividad no puede construirse sin inversión sostenida en capital humano, innovación y logística.