* De acuerdo con personal de la agencia, al menos 190 empleados de ACNUR en otras tres sedes del país fueron despedidos como parte del recorte presupuestal.
Redacción / Alfaro Noticias
La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Palenque, cerrará de manera definitiva ante la crisis financiera que enfrenta el organismo. La decisión, atribuida a los recortes en el financiamiento del gobierno de Estados Unidos, también afecta a otras tres sedes en México: Tenosique (Tabasco), Guadalajara (Jalisco) y una cuarta aún por confirmar.
El cierre de la oficina en Palenque representa un golpe significativo para la atención humanitaria en el norte del estado, una de las zonas con mayor tránsito de personas migrantes en situación de refugio. Desde esta sede, ACNUR brindaba acompañamiento legal, apoyo psicosocial y canalización a servicios de salud y empleo para solicitantes de asilo, muchos de ellos provenientes de Centroamérica, el Caribe y Sudamérica.
De acuerdo con personal consultado, al menos 190 empleados de ACNUR en México fueron despedidos como parte del recorte. En Chiapas, gran parte del equipo que operaba en Palenque ya fue notificado, lo que ha generado preocupación entre organizaciones locales que colaboraban con la agencia en la protección de personas desplazadas.
México se mantiene entre los diez países con más solicitudes de asilo a nivel mundial. Solo en 2024, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) recibió más de 80 mil solicitudes, de las cuales una parte considerable se tramitaban desde Chiapas, donde se concentran rutas clave de ingreso al país.
La operación de ACNUR en México depende en gran medida del financiamiento estadounidense. En 2024, ese país aportó más del 40 por ciento de los fondos de la agencia. No obstante, la congelación de recursos impulsada por el expresidente Donald Trump impactó de forma directa en su capacidad operativa, obligando a cerrar oficinas y restringir gastos incluso en contextos de emergencia.
Organizaciones defensoras de derechos humanos han advertido que el retiro de ACNUR podría aumentar los riesgos para personas migrantes y solicitantes de refugio, quienes enfrentan violencia, detenciones arbitrarias y precariedad sin acompañamiento institucional.