* Protestaron en para exigir su inclusión en vuelos humanitarios, denunciando altos costos de retorno
Redacción / Alfaro Noticias
Un grupo de migrantes venezolanos protestó ayer frente a las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM) en Tuxtla Gutiérrez para exigir su inclusión en los vuelos humanitarios de retorno a Venezuela. Denunciaron que el proceso actual excluye a quienes no cuentan con pasaporte vigente, y que los costos de los vuelos comerciales, que han llegado a los 750 dólares, hacen inviable el regreso por cuenta propia.
Cerca de 200 familias permanecen varadas en la capital chiapaneca a la espera de una solución. Durante la manifestación, explicaron que, aunque algunos han estado anotados en las listas desde hace meses, como el caso de Jesús Rafael Zavala y su familia, no han sido considerados debido a que no cumplen con los requisitos migratorios establecidos, como el pasaporte vigente.
Zavala relató que incluso quienes ocupan los primeros lugares en las listas son desplazados si carecen de documentación completa. En su caso, viaja con su pareja y sus hijas, y solo cuentan con cédulas de identidad. Esta situación también afecta a familias cuyos hijos tienen otra nacionalidad, lo que ha provocado que sean relegadas al final del registro.
Los manifestantes afirmaron que no han recibido apoyo por parte del gobierno mexicano ni respuestas concretas sobre su situación. Aunque han tenido conocimiento de vuelos humanitarios que salen desde la Ciudad de México, aseguran que no han sido incluidos en estos operativos.
Ante la falta de alternativas, algunas personas han intentado gestionar su retorno por medios propios, pero denuncian que el precio de los boletos se ha triplicado en los últimos meses, pasando de 250 a 750 dólares, lo que imposibilita esta opción para la mayoría.
Además de Tuxtla Gutiérrez, se estima que otras 2 mil personas se encuentran en condiciones similares en Tapachula. La falta de recursos, la imposibilidad de conseguir empleo y las enfermedades ocasionadas por las altas temperaturas han agudizado su situación. Algunas personas incluso han perdido su trabajo al acudir diariamente a las oficinas migratorias en busca de respuesta.
“Queremos volver, no veníamos a quedarnos. Solo pedimos ayuda para regresar a casa”, expresó una de las migrantes durante la protesta.