
Guillermo Ochoa-Montalvo
Querida Ana Karen,
Con el Güero Trump todo es incierto. Es como el clima, un día caliente y al siguiente invernal.
Ahora ya cambió de opinión al decir este lunes, que los aranceles sobre algunos productos de Canadá y México previstos para el 2 de abril “podrían subir”, sin hablar de la posible recesión en Estados Unidos; pero en tanto, el Dow, cayó ¡900 puntos!
La pausa que le concedió a México y Canadá sobre las tarifas arancelarias “es un pequeño respiro”, declaró Trump, al anunciar nuevos aranceles para la madera y productores lácteos.
Todo esto, resulta de poco interés para el ciudadano común que empezará preocuparse al notar el alza de precios en su canasta.
La guerra comercial entre México y Estados Unidos estará condicionada a las medidas que tome Trump, declaró la presidenta Sheinbaum, quien ya prepara sus represalias en caso de no llegar a un acuerdo favorable para ambos países.
Mientras tanto, el Ministro de Canadá, continuará aplicando sus represalias comerciales.
Lo evidente es la caída de la bolsa de valores, la mayor de este año. El lunes, las declaraciones de Trump provocaron una venta generalizada del mercado con la incertidumbre de los inversionistas. La estrepitosa caída de 900 punto hizo huir de Wall Street a todos, colocando en números rojos el tablero luminoso.
Esa incertidumbre viene de las declaraciones contradictoria del Presidente norteamericano cuando dice: “Odio predecir cosas así. Hay un periodo de transición porque lo que estamos haciendo es muy grande”; pero no hay claridad en sus palabras.
Solamente Tesla registra una caída del 45% desde el mes de noviembre pasado. Hasta la Inteligencia Artificial sufre descalabros con Nvidea que no quedó fuera del temblor al caer en un 5% con todo y su inteligencia. Ni siquiera el bitcoin se salvó al colocarse en US$ 78.000, su nivel más bajo desde noviembre, en medio de una venta masiva de activos de riesgo.
El miedo extremo es ese fantasma que recorre las calles de Wall Street al que pronto veremos entrar en nuestros hogares.
En tanto, en México, Canadá y Estados Unidos repuntan los despidos, la contratación se desacelera, la confianza del consumidor se erosiona y la inflación se dispara.
La incertidumbre coloca a la presidenta Sheinbaum en una posición muy complicada para las finanzas, hacienda y economía nacional. Tendrá que tomar medidas de previsión ante lo peor que pueda suceder y eso, no es nada sencillo, pues ¿cómo equilibrar finanzas, gasto público, desempleo, inflación, quebranto de empresa de micro a grandes para cumplir con sus 100 compromisos de gobierno?
Nadie quisiera estar en sus zapatos, por lo menos, no por ahora.
Encima de todo este caos, el señor Trump acaba de lanzar la app “CBP Home” invitando a los migrantes a la auto-deportación
Esta aplicación que se empleó para que los migrantes solicitaran asilo, ahora servirá para su auto-deportación hacia sus naciones de origen mediante una campaña publicitaria de US$ 200 millones en la que se persuade a los migrantes salir de la Union Americana por la vía pacífica.
El Departamento de Seguridad Norteamericano argumentan que la aplicación reducirá costos legales a los migrantes sin antecedentes penales, lo cual les permitirá concentrarse en los delincuentes. La advertencia es clara: “Si usted es un extranjero criminal que está considerando ingresar ilegalmente a EE.UU., ni siquiera lo piense”. “Si viene aquí y viola nuestras leyes, lo perseguiremos. Los criminales no son bienvenidos en Estados Unidos”.
Podemos comprender la postura del gobierno norteamericano en cuanto a su política migratoria, toda vez que se trata de sus leyes, territorio y soberanía nacional, lo cual, nos guste o no, se respeta. Lo cuestionable son los mecanismos y el impacto que tal medida tendrá en México.
IMPACTO EN TAPACHULA
Por lo pronto, Chiapas se convierte en el destino de los deportado al recibir este lunes a 118 mexicanos en Tapachula, originarios de diversos estados de la República, y chiapanecos. Con ellos, suman 1,060 deportados desde que Trump anunció las deportaciones masivas.
Aunque las dependencias oficiales lo niegan, los migrantes aseguran haber sido maltratados y esposados de manos y pies durante el vuelo.
Muchos de ellos llegan sin posibilidad de trasladarse a sus poblaciones de origen, lo cual ha movilizado a varias ONG para auxiliarlos, pues los 2 mil pesos que les entrega el gobierno mexicano no les alcanza para regresar a casa, en especial a quienes radican en Tijuana o cualquier estado del Norte de México.
De acuerdo al Colectivo de Monitoreo Frontera Sur, los migrantes ni siquiera saben adónde han llegado y mucho menos, cuál será su destino. El Colectivo hizo un llamado a las autoridades para apoyar el retorno a casa de cada conciudadano en situación de deportado. Pero como lo asegura una activista de la Universidad Iberoamericana, “los migrantes no se detienen ni se rinde, y ya encontrarán la manera de internarse nuevamente en Estados Unidos”.
Tapachula ha lidiado en los últimos años con las oleadas de migrantes procedentes de diversas parte del mundo con severas consecuencias en el mercado inmobiliario donde el alza de las rentas ha sido sensible. Ahora, que convierten a Tapachula en el destino oficial de los deportados, la situación se agravará.
Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum había asegurado que no cedería a las presiones para que las repatriaciones se realizaran en otro punto que no fuera la frontera norte, al final las deportaciones directas terminaron en Chiapas.
En el Norte o Sur, es obvió que la deportación no sería a domicilio; pero sí debieron preverse medidas para apoyar el retorno casa.
Mientras unas organizaciones atienden a los deportados, otras socorren a los migrantes, en su mayoría cubanos, venezolanos y centroamericanos, quienes se han quedado varados en la ciudad sureña, en busca de asilo en México ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar). Este es el caso de la organización “Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez”.
Como sea, deportados o migrantes transnacionales hacen evidente la falta de una política humanitaria. Así, Tapachula sumará a la violencia, inseguridad, problemas de servicios púbicos y otros por mencionar, el caos de las deportaciones y las oleadas de migrantes.
Urge una política justa para deportados y migrantes con presupuesto y procedimientos menos burocráticos porque al final, se trata de seres humanos y vengan de donde vengan, el trato humanitario es una cuestión de amor.
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