Guillermo Ochoa-Montalvo
Querida Ana Karen,
El presidente Trump cumplió su palabra. Presiona a México y a China hasta combatir el tráfico de fentanilo a Estados Unidos. La medida de presión del Presidente Trump entró en vigor el pasado lunes 4 de marzo a las 23 horas.
Trump había concedido una prórroga a esta medida, pero el gabinete de Seguridad de Estados Unidos consideró que las medidas de México al combate del tráfico de drogas era inapropiado y por ello, se tomo la medida de aplicar la Taza arancelaria media, antes de extremar la presión elevándola al 50% o más, de ser indispensable.
En tanto, la taza arancelaria del 20 al 25% aplicada a productos mexicanos afectará gravemente, cuando menos, a 10 estados principalmente: Querétaro, Aguascalientes, Guanajuato, Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas, Coahuila, Chihuahua, Sonora y Baja California.
De acuerdo con los analistas financieros, estos estados se verán seriamente afectados con el alza de la taza arancelaria del 25% por su actividad industrial; en segundo término, se afectará al transporte, incluidos: máquinas y equipamiento, vehículos de motor y semirremolques, equipo eléctrico y metales básicos como el aluminio y el acero.
Los analistas consideran que “si el 20% del producto interno bruto (PIB) de un estado proviene de las, entonces se considera que su economía está altamente expuesta a los aranceles de Trump”.
En tanto, “si estos estados participan con el 10% y 20% del PIB, se contempla una exposición moderada a los aranceles”.
Así mismo, estiman que “si los sectores de transporte, equipo eléctrico y metales básicos aportan menos del 10% del PIB a los estados, la exposición económica a los aranceles se estima como baja”.
El alza de precios impactará a ambos países; pero amenaza con sumir a México en una seria recesión y consecuentemente con una espiral inflacionaria difícil de controlar.
Los precios subirán dependiendo de cuánto las empresas logren absorber el costo de los aranceles o de sus estrategias de contención.
Los norteamericanos sentirán el impacto en los alimentos que México les suministra como son: frutas y verduras. Así las tiendas tendrán que repercutir costos a los consumidores. Recuérdese que en 2024, EE.UU. importó US$ 46.000 millones en productos agrícolas de México, según datos del USDA. Esta cifra incluye US$ 8.300 millones en verduras frescas, y US$ 5.900 millones en cerveza y US$ 5.000 millones en licores destilados. El alza de alimentos será el área más sensible para el consumidor.
En el sector de la electrónica, juguetes y electrodomésticos que provee México como China también tendrá un impacto significativo y debe considerarse que los automóviles que se venden en Estados Unidos también proceden de México y China. Esta medida impactó de inmediato co caídas en el mercado hasta el 7% como es el caso de Chrysler.
Conforme a los analistas, la producción de automóviles en estados Unidos se elevará entre US$ 3.500 y US$ 12.000. Esta situación impactará la producción, con, desempleo y desequilibrios en la bolsa de valores.
China y Canadá tomaron represalias inmediatamente con aranceles sobre productos estadounidenses, amenazando con desencadenar una dañina guerra comercial. México dijo que anunciaría medidas de represalia después de hablar con el presidente Trump. Beijing tomó represalias el martes anunciando aranceles del 15 % sobre las importaciones de pollo, trigo, maíz y algodón procedentes de EE.UU., según un comunicado de la Comisión Arancelaria del Consejo de Estado. Además, también se impuso un arancel del 10 % sobre “el sorgo, la soja, la carne de cerdo, la carne de res, los productos marinos, las frutas, las verduras y los productos lácteos”.
Además, China añadió 15 empresas estadounidenses, entre ellas el fabricante de drones Skydio, a su lista de control de exportaciones, lo que prohibiría a las empresas chinas exportarles equipos de doble uso
Trudeau dijo que su gobierno está en conversaciones activas con las provincias y territorios para aplicar varias medidas no arancelarias “medidas que demostrarán que no hay ganadores en una guerra comercial”.
El campo mexicano, la parte más sensible, se verá afectado al disminuir sus ventas o al ser condicionadas.
Las consecuencias para los mexicanos serán graves, pero ya veremos a que estrategias recurre el gobierno para aminorar la inflación, el desempleo, la recesión, el cierre de empresas. La reacción del crimen organizado es otra incógnita ante la presión internacional.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dijo que el domingo anunciaría aranceles de represalia sobre las importaciones estadounidenses en México, así como medidas no arancelarias. Dijo que probablemente mantendrá una llamada con Trump el jueves.
“La decisión unilateral tomada por Estados Unidos afecta a las empresas nacionales y extranjeras que operan en nuestro país, así como a nuestra gente”, dijo en una conferencia de prensa en la Ciudad de México. “Nadie se beneficia con esta decisión”, agregó.
Queda mucho por conocer, y en el transcurso del mes y del año, conoceremos realmente que tanto destrozos provoca la economía del país y de la ciudadanía; conoceremos los efectos sociales y políticos.
Como sea, la medida de Trump se percibe como quién escupe al cielo y las medidas arancelarias, no son una cuestión de amor.
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