* El diputado Ricardo Monreal aseguró que no se descuidarán otras zonas del país, pero analistas cuestionan la capacidad operativa de la estrategia.
El acuerdo entre la presidenta Claudia Sheinbaum y su homólogo estadounidense, Donald Trump, para evitar la imposición de aranceles a productos mexicanos ha generado preocupaciones económicas y de seguridad. Como parte del pacto, México desplegará 20 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera norte para contener el flujo migratorio. No obstante, este movimiento representará un gasto no contemplado en el Paquete Económico 2025, lo que podría presionar aún más las finanzas públicas, advirtió la calificadora HR Ratings.
La agencia alertó que el margen fiscal del país se ha reducido drásticamente en los últimos años, lo que limita la capacidad del gobierno para absorber costos imprevistos. Aunque la Secretaría de Hacienda confía en que las reservas internacionales y una línea de crédito con el FMI puedan mitigar el impacto, expertos advierten que el financiamiento de la estrategia fronteriza podría afectar otros programas prioritarios. Además, la posibilidad de que EE.UU. endurezca su política migratoria en el futuro obligaría a México a destinar más recursos a esta tarea.
En el ámbito de la seguridad, el diputado Ricardo Monreal aseguró que el traslado de elementos de la Guardia Nacional no desprotegerá a otras regiones del país. Destacó que las Fuerzas Armadas mantendrán su presencia en el resto del territorio y que la estrategia está diseñada para garantizar la vigilancia en todo México. Sin embargo, algunos analistas han cuestionado si realmente existen los recursos humanos y logísticos suficientes para evitar un debilitamiento de la seguridad en estados como Chiapas y Tabasco.
Consultores Internacionales estimó que, si se aplican los aranceles, el PIB de México podría caer un 1.5 por ciento, ya que el comercio exterior representa el 80 por ciento de la economía. La industria manufacturera sería la más afectada, pues el 90 por ciento de las exportaciones mexicanas corresponden a este sector. Para enfrentar este escenario, sindicatos de México, EE.UU. y Canadá preparan una estrategia conjunta para defender los intereses laborales y productivos de la región.
Monreal respaldó la postura de la presidenta Sheinbaum y aseguró que su estrategia ha sido “prudente y mesurada”. Asimismo, reconoció el creciente apoyo ciudadano a medidas como el boicot a productos estadounidenses, una iniciativa que ha cobrado fuerza en redes sociales y sectores empresariales. Mientras tanto, el Congreso se prepara para recibir nuevas propuestas presidenciales, entre ellas reformas para prohibir la reelección y combatir el nepotismo en la función pública.