* El ingreso contrasta con las mil citas mensuales disponibles para ingresar a EE.UU., generando un cuello de botella en el proceso migratorio.
Redacción / Alfaro Noticias
El flujo migratorio en la frontera sur sigue en aumento, con un promedio de entre 800 y mil migrantes ingresando al país cada día, según el Centro de Dignificación Humana (CDH). Esta cifra contrasta con las pocas citas migratorias disponibles para ingresar a Estados Unidos, que oscilan entre 900 y mil pero al mes. Esta disparidad ha generado un cuello de botella en el proceso de regularización migratoria, retrasando el tránsito de miles de personas hacia el norte del país.
Luis García Villagrán, director del CDH, indicó que la cantidad de citas disponibles no es suficiente para la cantidad de migrantes que llegan cada día a la frontera entre México y Guatemala. Según los datos, aproximadamente 30 mil migrantes cruzan la frontera al mes, lo que agrava la situación al generar largos periodos de espera para quienes buscan obtener una cita para continuar su viaje.
El panorama ha provocado que miles de migrantes se encuentren varados en Tapachula, en condiciones de hacinamiento y riesgo. Muchos de ellos provienen de Centroamérica y siguen avanzando con la esperanza de llegar a Estados Unidos antes de que las políticas migratorias se endurezan aún más. A pesar de los obstáculos, la demanda por cruzar la frontera sigue siendo alta, impulsada por la expectativa de cambios en las políticas estadounidenses.
Activistas han señalado que Tapachula, un punto clave en la ruta migratoria, enfrenta una crisis humanitaria. Se estima que entre 35 mil y 40 mil migrantes están actualmente en la ciudad, lo que ha provocado una sobrepoblación que complica las condiciones económicas y sociales de la región, y han denunciado el incremento en los precios de la entidad. La falta de infraestructura y recursos suficientes para atender adecuadamente a los migrantes ha generado tensiones tanto en las comunidades locales como entre los propios migrantes.
Además, la situación podría empeorar en 2025, debido a la incertidumbre generada por las posibles políticas migratorias del próximo gobierno estadounidense. Los migrantes temen que el endurecimiento de las leyes en Estados Unidos pueda dificultar aún más su ingreso al país, lo que ha generado un aumento en la presión por cruzar rápidamente la frontera, sobretodo en los últimos tres meses donde se han reportado al menos tres caravanas. Con información del Diario del Sur.