Juan Carlos Cal y Mayor
Vaya que se tomó en serio nuestro gobernador la tarea de pacificar Chiapas. Denota firmeza y determinación. ¡Se les acabó la fiesta! Un mensaje muy claro a la sociedad, que va dirigido a los destinatarios de las acciones del gobierno para recuperar a plenitud el estado de derecho. Compete solo al Estado el monopolio del uso de la fuerza pública, eso que Max Weber denomina la violencia legítima. Si el Estado abdica a esa función, como lamentablemente venía sucediendo en Chiapas, prevalece la anarquía, tierra fértil para los grupos delictivos. No se puede dar la espalda a los ciudadanos y dejarlos a merced de la violencia, pero así sucedió.
Desconfianza superada
Había cierto escepticismo, hay que aceptarlo, sobre todo de que se maquillara la realidad con el único objeto de cambiar la percepción. No va por ahí. Eduardo Ramírez está decidido a llegar al fondo del problema y mire que es complejo. La delincuencia ya había hecho metástasis en Chiapas. Tomó el control de una parte del territorio chiapaneco, incluyendo a sus autoridades, muchas de ellas cómplices, sometidas por la fuerza, el soborno o la coacción. Lo vimos en Comitán, donde el cuerpo policiaco, incluyendo sus mandos, intentó obstruir el operativo para desarticular el narcomenudeo. Ahora, sin titubeos, están siendo procesados.
Control Delictivo y Normalización de la Violencia
La delincuencia no solo controla el tráfico y el trasiego de drogas, sino también el narcomenudeo. Se ha disparado el consumo local. Adquirir cualquier sustancia incluso en lugares establecidos ya era normal. No solo en esos tendejones que fueron desmantelados, sino en antros, bares y cantinas. El tráfico y la trata de personas, el robo de vehículos son parte de la cotidianidad. Detrás de las caravanas hay una mafia, un negocio millonario donde las autoridades migratorias hacen mutis. El huachicol, se vende por doquier en galones, dicen que provee incluso con pipas a gasolineras formales que, amenazadas o no, son obligadas a comprarlo. Ya ni hablar del tráfico de maderas, es parte de la economía local, difícil de trastocar. El derecho de piso a pequeños establecimientos y el control del autotransporte o la venta de artesanías, los centros de abasto, todo forma parte de la diversidad de actividades que controlan por la fuerza grupos delictivos.
Todos esos nuevos ricos ya son parte de una incipiente narco-sociedad que con el paso del tiempo se ha normalizado entre los chiapanecos. Comen en los mejores restaurantes, transitan en autos último modelo, las “buchonas” ya son socialités y sus fiestas salen en revistas de sociedad que ya forman parte del paisaje.
Desmantelamiento del Crimen Organizado
Desmantelar todo ese entramado no será tarea fácil. Nos fuimos con la finta al suponer que la nueva fuerza de reacción Pakal se avocaría a dar seguridad solo en las carreteras para garantizar el libre tránsito, pero de ahí resultaron operativos sorpresa contra el narcomenudeo y otras tantas acciones. Ahora ya sabemos que esta fuerza policiaca fue seleccionada, capacitada y debidamente equipada con meses de anticipación. De ahí sus resultados inmediatos. No hay tiempo que perder. No se puede gobernar si no hay orden.
Liderazgo gubernamental decidido
El gobernador agarró el toro por los cuernos y no está dispuesto a dejarse intimidar. Es ahora o nunca, porque si le toman la medida después difícilmente podrá. Lo hemos visto con otros gobiernos. Resulta por ello determinante que los chiapanecos cerremos filas en torno a las acciones del gobierno, no hay que andar con titubeos. Que se sepa, como dice el propio Eduardo Ramírez, que en Chiapas somos mayoría los que queremos vivir en paz. Ya no queremos ser rehenes de quienes han frustrado nuestro desarrollo y nuestro crecimiento.
Regulación de Centros Nocturnos y Anticorrupción
Otro anuncio relevante que han puesto en marcha de inmediato es el horario de los centros nocturnos. Se cerrarán a las 2 a.m. Antes funcionaban sin control. La Secretaría de Salud está facultada legalmente para ello. En estos primeros días ya se clausuraron varios. Aunado a ello, el gobernador anunció el programa Cero Corrupción a través de un call center para reportar y denunciar actos de corrupción.
Polémica por Incentivos a la policía
Un anuncio que causó polémica fue que los policías van a tener el 40 % de las multas. Una patente de corso. Sobre todo, en municipios como Tuxtla, donde las multas son altísimas. Lo más práctico sería documentar la infracción y cobrarla al momento con terminales de cobro. De otro modo van a negociar en efectivo para no aplicar las multas. Ciudades saturadas donde no hay suficientes estacionamientos, donde falta señalización, donde prevalece el comercio informal invadiendo aceras y calles. Está medio complicado y habría que reconsiderarlo.
Restablecimiento de la seguridad y la economía
Por lo pronto, las carreteras de Chiapas ya están siendo transitadas como hacía tiempo no sucedía. Destinos como Puerto Arista volvieron a revivir con gran afluencia en estas fechas decembrinas y esperemos que San Cristóbal también. Que lo sepan los visitantes, no solo locales sino nacionales. Conviene a la reactivación económica. Llevamos pocos días, pero si se sostienen estos operativos, la convivencia social se va a restablecer.
Nueva estrategia de Comunicación
Un dato importante es la nueva estrategia de comunicación. Los responsables de la seguridad están informando con inmediatez y aclarando todas las dudas. Circulan de inmediato boletines para esclarecer los hechos y la intervención del gobierno. Llaven, el Fiscal, lo está haciendo bien al igual que el secretario de seguridad Oscar Aparicio Avendaño. En la administración pasada era un desastre. El anterior fiscal y la secretaria de seguridad casi nunca daba la cara.
Nos enterábamos a través de las redes sociales a falta de información oficial. Lo que nunca nos faltaba era las previsiones meteorológicas. Eso, por lo visto, ya cambió y es digno de aplaudirse. Vienen nuevos tiempos para Chiapas.